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Messenger dice adiós para siempre.

skype

Sabíamos que iba a pasar. Es algo que ni causa sorpresa ni llama la atención de nadie, pero el anuncio de la desaparición definitiva del Windows Live Messenger, que se ha previsto para el próximo 31 de octubre, lleva a recordar la época de oro de este servicio de mensajería instantánea que tuvo el dominio de las conversaciones en línea por varios años.

El mensajero de Microsoft no fue el primero en el mercado. Se lanzó para competir con el Instant Messenger de AOL (AIM) y con otro producto desarrollado en 1996 por la empresa Mirabilis llamado ICQ, por su pronunciación en inglés similar a la frase I seek you, o “te busco” en español. (¿Quién no se acuerda del distintivo “oh, oh” de este programa o de la risa que se escuchaba en las bocinas de la computadora cuando tecleabas LOL en una conversación?)

En una época que estuvo poblada por salas de chat, estos softwares revolucionaron la manera  de comunicarse permitiendo a los usuarios mantener largas conversaciones uno a uno, intercambiar los primeros emoticones e incluso compartir archivos y competir en juegos como el buscaminas. Hoy, a 15 años de su lanzamiento, MSN Messenger (que después cambió de nombre a Windows Messenger y finalmente Windows Live Messenger) está a punto de desaparecer.

La llegada de los teléfonos inteligentes y de apps como WhatsApp, Telegram e incluso Facebook con sus inbox, así como la migración del servicio de mensajería tradicional de Microsoft a su recién adquirido –por la nada despreciable cantidad de 8,500 millones de dólares-, Skype en el 2011, empezaban a preparar el camino para el final de Messenger. Ya el año pasado anunciaron que retirarían el programa a nivel mundial y que sólo estaría disponible en China y ahora también este país asiático le dirá adiós a este servicio el próximo mes.

Y si esta noticia en realidad no es noticia ¿por qué mencionarlo hoy?

Independientemente de por la nostalgia que provoca despedirse de un viejo compañero, que hizo posible largas charlas con amigos y familiares en un tiempo en el que la conexión a Internet había que hacerla con un módem de 56k, mientras te asegurabas que nadie en la casa descolgara el teléfono y rogabas porque no entraran llamadas para no tener que volver a empezar, también vale la pena recordar que con esta herramienta se ampliaron las posibilidades de las empresas para estar en contacto directo con sus clientes, particularmente los más jóvenes, al descubrir en esta plataforma un medio de comunicación que podían incorporar fácilmente a su estrategia de mercadotecnia.

Con la mensajería instantánea, los departamentos de ventas y de servicio al cliente encontraron a un importante aliado que les permitió acercarse más a sus consumidores. Así pues, estas áreas comenzaron a crear cuentas de Messenger –que en algún momento llegó a tener 330 millones de usuarios alrededor del mundo- donde agregaban a clientes actuales y potenciales con la finalidad de atender necesidades específicas, darles seguimiento y responder a las dudas que pudieran tener sobre la organización y sus productos.

Viéndolo bien, la mensajería instantánea ayudó a sentar las bases para la interacción que hoy en día tienen empresas y clientes a través de sus cuentas de redes sociales, donde las primeras atienden a los segundos de manera inmediata y estos esperan de ellas un servicio rápido y directo, sin importar los horarios o la distancia.

Es verdad. Hace años no me conectaba al Messenger y pensar en utilizarlo actualmente como medio de contacto con algún cliente sería absurdo. Supongo que es como los juguetes viejos que ya nunca se usan, pero de los que es difícil desprenderse, y ahora que desaparece definitivamente, no puedo dejar de sentir que una era ha terminado. ¿Y ustedes? Déjenme sus comentarios en la parte inferior o mándenme un tuit a @aydrico

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