02X
Veolia es una empresa dedicada a los servicios medioambientales. Apoya a las entidades públicas y privadas en la gestión, optimización y valorización de los recursos materiales, energéticos e hídricos.
Conoce un poco más al director general de esta compañía en Aguascalientes, quien también es un mentor 02X.
¿Qué significa para ti trabajar para el líder mundial en soluciones ambientales?
En primer lugar, es un orgullo. Soy parte de un gran equipo y la organización nos da a todos la oportunidad de conocer lo que hacemos alrededor del mundo; esto es un estímulo y una referencia para tratar de replicar todas aquellas soluciones vanguardistas.
Obviamente, también es una gran responsabilidad, puesto que la compañía es la suma de todas sus unidades de negocio y cada una debe aportar en términos de excelencia y saber hacer.
Por otro lado, es una gran tranquilidad saber que antes de cualquier reto técnico, existe alguien en alguna parte del mundo que posiblemente haya encontrado una solución para el mismo tipo de problema; estamos todos en una dinámica de apoyo transversal y de colaboración.
Menciona una frase que te defina.
Tomando en cuenta que la genialidad es prerrogativa de un puñado de individuos… “Solo con el esfuerzo y la perseverancia, se puede lograr el éxito”. Por ello, rehúyo a lo fácil, que no debe confundirse con lo simple.
Tampoco me gustan “los meteoros”. En la actualidad, tenemos algunos casos comúnmente reconocidos como de éxito que, sin embargo, deberán demostrar su capacidad de resistir y perpetuarse en el tiempo: estamos en una época de hiper-consumismo y homologación, donde el ejercicio de la crítica se está volviendo muy esporádico.
Recomiéndanos un libro que estés leyendo y dinos por qué te llamó la atención.
Ahora mismo estoy leyendo un libro que es un recopilatorio de varios artículos que Umberto Eco escribió para la prensa durante los últimos 15 años de su vida, se llama De la estupidez a la locura. Son intervenciones muy ácidas sobre algunos de los cambios que más han impactado nuestra vida cotidiana.
¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje que has tenido en tu carrera?
Cada detalle cuenta. Desde los comienzos de mi actividad profesional, me he dado cuenta de la importancia de los pequeños detalles. En un mundo tan conectado y competitivo, hay que rozar la perfección de lograr los objetivos, por lo menos en el sector que me corresponde.
Por el contrario, cada vez que lamentamos un mal resultado siempre podemos encontrar alguna responsabilidad por un error en el camino, una mala decisión o una estrategia equivocada; es decir, no le echemos la culpa al prójimo.
Di tres herramientas que usas para dirigir la empresa (tecnológicas, de gestión, estrategia).
Cada organización es diferente y hay que saber adaptar el estilo de dirección. Desde que llegué, pusimos en marcha un plan de trabajo utilizando los factores críticos de éxito (FCE o TOPS). Esto nos ha ayudado a alinear a todo el personal y en los últimos meses, hemos automatizado el seguimiento de los indicadores con una plataforma digital en línea. Todos los colaboradores deben saber cómo aportan a los objetivos y tienen que poder medir su desempeño de manera fácil y objetiva.
En mi opinión, las compañías de servicio modernas tienen dos retos clave: prestar el servicio de acuerdo a los estándares exigibles y a los propios, como es en nuestro caso, y ofrecer al cliente todo un abanico de prestaciones para mejorar su experiencia como consumidor.
Para ello, estamos invirtiendo muchos recursos para traer, a lo largo de este año, tecnología que nos permita dar un salto cualitativo sin precedentes y fortalecer nuestro posicionamiento gracias a una mayor empatía con los clientes finales, asegurando la trazabilidad y la transparencia en todos nuestros procesos.
Tu filosofía para gestionar equipos de trabajo.
Es muy importante asegurar el apego al buen gobierno corporativo: como directivos, nos comprometemos con la máxima autoridad de la empresa, a través de un código de ética que asegure el respeto y cumplimiento de las políticas desde la sede principal hasta la más lejana unidad de negocio.
A partir de esto, cada director tiene su estilo de liderazgo. A mí me gusta rodearme de los mejores profesionales en cada puesto por medio de una organización ágil y moderna, donde las relaciones humanas entre los diferentes equipos de trabajo son la clave para obtener el máximo rendimiento en beneficio de los clientes. Me gusta que me reten, favorecer el debate y la franca discusión para la solución de los problemas.
Un equipo se vuelve ganador cuando las individualidades empujan en la misma dirección sin vanagloriarse por el éxito personal.
¿Cuál es tu rutina en la mañana?
Aprovecho la mañana para estar con mis hijos. En la medida de lo posible, me gusta preparar su lonche y compartir con ellos el desayuno. Obviamente, no puede faltar un buen café casero. Desde que los dejo en el colegio, empiezo a mentalizar mi agenda y preparar el día de trabajo.
¿Cuáles son tus redes sociales favoritas? ¿O no eres fan?
No puedo definirme como un fan: me gusta LinkedIn, sigo Twitter y Facebook más por obligación que por convicción. Imagino que son un reflejo de mi personalidad: entre ser y parecer.
Podrías darle un consejo a las pymes que aspiran a convertirse en scaleups.
Tomar decisiones en los momentos clave. Hay que saber analizar la situación y entender las causas detrás de cada resultado, sea bueno o malo. Una vez identificadas, hay que ser consecuentes tomando las decisiones correctas. Lo peor que puede pasar en una organización de cualquier tamaño es dejar de tomar decisiones y quedarse a la deriva esperando que el tiempo traiga los cambios deseados.
Hay muchas diferencias entre ser directivo y ser empresario: una de ellas es justamente la obligación de decidir. En las compañías modernas que se mueven en mercados competitivos, los directivos debemos decidir, asumir el riesgo de equivocarnos y cargar con ello cuando esto ocurre.
¿Cuál crees que es el principal reto para las empresas familiares en México?
En primer lugar, le tengo mucha admiración a quien consigue perpetuar en el tiempo un negocio familiar. Volviendo al reto, diría que deben elegir en qué liga quieren jugar. Si tienen ambición de crecer consistentemente deben estar preparados para tomar decisiones difíciles. La más difícil debe ser dejar el paso a un equipo directivo estructurado externo o decidir acerca de algo que los enfrente a sus sentimientos.