La melcocha zacatecana está cargada de gran tradición y, sobre todo, de un sabor único que ha sobrevivido el paso del tiempo. A pesar de que su producción aún se mantiene de forma artesanal, este dulce sigue siendo considerado como uno de los dulces estrellas de la entidad. Si se ha mantenido hasta nuestros días, la principal causa ha sido la herencia familiar.
Según indican algunos productores locales, se tiene registro de que este dulce se creaba desde el siglo XVI (año 1500). Apuntan que los dulces se vendían fuera de los templos de Mexicapan y San Agustín. Más tarde, su venta se extendió a tiendas.
El origen de su elaboración se desconoce, pero se especula que puede estar relacionado con el Día de Muertos. Esto último debido a la particular forma de hueso que se le da al dulce. Debido a su forma, también es utilizada durante Semana Santa, para simbolizar los huesos de Cristo, así como en otras festividades en la que se evoca este tipo de imágenes.
Un sabor muy zacatecano
Su sabor único proviene de la combinación de sus principales ingredientes: miel (de maguey, tuna o abeja) y piloncillo. El nombre del dulce significa “miel cocida”. Actualmente, existen melcochas que se realizan con agua y azúcar, a partir de las cuales se puede ampliar el catálogo de sabores. Actualmente se pueden encontrar melcochas de sabor tradicional o de piña, menta, anís, naranja, limón y muchas más.
Asimismo, se han diversificado las formas que toma el dulce y el nombre con el que se les identifica. Se tienen las almohaditas, las trompadas, las rellenas, los borrachitos, canastas y charamuscas. Algunas de estas figuras permiten diseños más elaborados en los que la aptitud artesanal se encuentra no solo en el sabor sino en todo lo que conforma el dulce y su presentación.
Para las rellenas, los sabores se intensifican con ingredientes como nueces, pasas, cacahuate, café y coco. Si bien, las tradicionales siguen siendo una de las grandes estrellas, no se puede dejar de lado las reinvenciones y reinterpretaciones del dulce que han surgido con el paso del tiempo, y a partir de una búsqueda por innovar de las familias que dedican su vida a la elaboración de este producto.
La entrega del proceso de la melcocha
También conocida como charamusca, tiene un complejo sistema de elaboración en el que los sabores se van conformando de a poco. Cada uno de los pasos requiere de paciencia y detenimiento para ofrecer un producto final de calidad y con el sabor tan destacado. Los pasos para realizar la melcocha son: cocción, vaciado, blanqueado, moldeado y empaquetado.
La dificultad de su elaboración reside en el manejo del caramelo a altas temperaturas, así como su manipulación para darle el color y forma características. A pesar de esto, en Zacatecas, durante 2017, se realizó la melcocha rellena más grande de todo México. Esta hazaña presentó un dulce que pesaba más de 150 kilos y medía cuatro metros de largo y 30 centímetros de ancho. Ésta fue exhibida fuera del templo de Mexicapan.