Por Carlos de Luna
El ciclo de vida en la mercadotecnia es conocido por las evidentes etapas en las que se clasifican los productos y servicios. La primera, es la embriónica; la segunda el crecimiento, la tercera la consolidación y la cuarta el declive.
Analizando los seis años que dura la gestión de un gobernador sus etapas pueden definirse de la siguiente manera. El último, el sexto, es un año disperso, de despedida; el quinto de cierre y consolidación, el cuarto es un año de madurez, en el tercero se afianza el rumbo de la gestión, el segundo es para entender qué funciona y qué no en el equipo de trabajo y el trazado de las estrategias, las acciones emprendidas, y el objetivo prioritario; mientras que el primer año es una luna de miel donde se aterrizan los primeros desafíos y sus responsables.
Un ingrediente muy importante para el éxito de una gestión de un mandatario, radica en la personalidad y el poder de su voz para convencer y arraigarse con la sociedad; el gobernante debe ser y parecer un personaje protagónico respetado por su congruencia.
En términos de mercadotecnia existen factores clave para definir el éxito o fracaso de un proyecto de gobierno
Utilidad. Contar con “un producto” (Plan de Gobierno) que sea útil, que funcione acorde a su propósito y que tenga un beneficio para quien lo utiliza
Prioridad. Conocer e identificar las necesidades de la población por sectores y en general, es decir, diferenciar las acciones, colocar atinadamente los proyectos donde éstos generen el mayor beneficio.
Alcance. Valorar el costo, inversión y el tamaño de los programas en todo su conjunto.
Comunicación. Tener la capacidad de comunicar sus bondades y atractivos; indagar cómo son percibidas entre la población.
Evaluación. Establecer un criterio de medición que determine el impacto.
Una línea bien trazada en el marco del proyecto de vida de un gobernador, requiere rigurosamente de una estrategia de mercadotecnia, que facilite la implementación, medición y evaluación en cada una de las etapas de su gestión.
Vivimos en una sociedad que se comunica al segundo, una comunidad informada al instante de cualquier suceso. El impacto de las noticias vulnera o rectifica cada una de las acciones de un personaje público; se suma además la existencia de las fake news y la persuasión de la prensa como el cuarto poder que vuelve aún más sensible al gobernante y a sus colaboradores cercanos y en consecuencia, a sus acciones.
El manejo de crisis es vital en cualquier etapa de la gestión de un gobierno. Un personaje público con poder proyecta lo que verdaderamente es, de tal manera que los altibajos de su identidad emocional y su personalidad se reflejarán en el comportamiento de sus colaboradores y el de la población en general.
La importancia de que cuente con un buen asesor que entienda de marketing es básico, se trata de que éste posicione a “su cliente” como una figura que tenga una trayectoria probada hacia la transcendencia, no hacia los reflectores vanos ni al apego al poder.
La figura de un gobernante tiene también que ver con cómo lleva su relación con la familia, qué importante es tener el respaldo, congruencia y apoyo de los sus seres queridos y proyectar esa armonía que tanto funciona como ejemplo a seguir.
Los proyectos que transcienden son reconocidos, los que no, son solamente recordados; porque la acepción de recordar tiene dos caminos: el bueno y el malo.
¿Por qué son recordados positivamente y reconocidos algunos gobernantes?
Por su cercanía, escuchan a la gente, no son lejanos a ella, poseen humildad y tienen los pies en la tierra. Dirigen a un grupo de personas trabajadoras y probadas en su eficiencia y experiencia en cada una de sus áreas y que saben escuchar críticas; cuidan los recursos para el bienestar de la población. Un líder se rodea de gente que es mejor que él. Un líder crea más líderes.
Todos los días son distintos, todas las acciones que se emprendan deben disminuir los abismos entre la pobreza y la riqueza en la sociedad; es cierto, un gobernador requiere el apoyo de la población pero para ello hay que ganárselo. ¿De cuántos personajes de la historia tenemos presentes sus iniciativas y proyectos que marcaron un rumbo positivo para sus gobernados?. Relevante que entre los cuestionamientos de un mandatario prevalezca la pregunta: ¿qué es más importante, ser recordado o ser reconocido?