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Max4 Technologies: la empresa que nos convertirá en una ciudad inteligente

Hacer que las máquinas y los objetos entiendan a las personas es el futuro, según uno de los genios tecnológicos modernos, Steve Wozniak, cofundador de Apple. Wozniak se refiere al internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), un concepto que escuchamos cada vez con más frecuencia y que comprende la transformación de objetos cotidianos, gracias a su conexión a internet y a la posibilidad de que se conecten con otros.

Hablamos de cosas como una cafetera programada que sea capaz de tostar, moler y preparar una taza de café a nuestro gusto o un dispositivo que avise de fallas en nuestra casa, como fugas de agua o circuitos dañados.

En México hay pocas empresas tecnológicas de este nivel; sin embargo, en Aguascalientes se encuentra la compañía que convirtió a la ciudad en la primera de América Latina en tener una red enteramente dedicada al internet de las cosas. Se trata de Max4 Technologies.

Especialistas en el desarrollo de tecnología, la firma se dedica al envío de datos en tiempo real con soluciones en IoT y telemetría. Su base se encuentra en la capital del estado y cuenta con una oficina en Silicon Valley, desde la cual da atención a empresas como Facebook, Uber y Google.

Apuesta por un proyecto propio

La primera oficina de Max4 fue la recámara de uno de sus socios. Desde ahí dirigían las operaciones. Habían empezado el proyecto en una clase de la Universidad Panamericana, en la carrera de Ingeniería Electrónica. Uno de sus profesores les ofreció ayuda para arrancar. Ellos aceptaron y al poco tiempo tuvieron un relativo éxito desarrollando páginas web y software.

Uno de los integrantes del grupo trabajaba en una compañía de rastreo satelital, lo cual les dio la idea de desarrollar un GPS por cuenta propia. En la fase exploratoria, descubrieron que uno de los componentes podía enviar mensajes SMS y entonces, crearon su primer gran logro: una máquina que enviaba mensajes de manera continua.

Los estudiantes vieron las posibilidades comerciales de su invento. Ofrecieron el aparato a bares, antros y restaurantes para que lo usaran con fines publicitarios. Muchos se entusiasmaron, pero no todos podían pagar en efectivo, así que decidieron aceptar pagos en consumo. Durante un tiempo estuvo bien, pero no era suficiente.

Al final de la carrera, las ofertas de trabajo les comenzaron a plantear un dilema: apostarlo todo por su pequeña empresa, que apenas daba ganancias de mil pesos mensuales, o tener un empleo en firmas establecidas.

“Nos propusimos darle el último estirón. Si no pegaba en ese mes, cada quien se iría por su lado”, dice Guillermo Medina Medina, director general de Max4.

En 2004 y 2005, se postularon para el Premio Santander a la Innovación Empresarial. Aunque ganaron el cuarto y sexto lugar, para ellos fue un éxito. En el vuelo de regreso, un funcionario les ofreció desarrollar un sistema de monitoreo para las patrullas del municipio. El tiempo no pudo ser mejor: la entidad pasaba por una crisis de seguridad y ellos necesitaban un proyecto grande para consolidar su negocio.

Los aparatos de rastreo representaban una gran inversión, así que el único integrante que trabajaba pidió préstamos en diferentes bancos. Usaron ese dinero para invertir en equipos, materiales y rentar como oficina la bodega del edificio que ocupan actualmente.

Poco a poco las cosas comenzaron a mejorar. Parte del dinero que ganaron lo invirtieron en crear el departamento de investigación y desarrollo, pilar fundamental de la empresa; sin embargo, pese a tener mucha habilidad para resolver los problemas que les planteaban sus clientes, no tenían una formación empresarial.

“Éramos chicos de 22 años que nunca habían trabajado en otros lugares, no sabíamos comercializar. Después del proyecto de las patrullas se nos acabó la inversión, dejamos de lado otras cosas que habíamos desarrollado. Cuando quisimos retomar, ya íbamos retrasados”, recuerda David Peña Curiel, director comercial de la compañía.

Rastreo: necesidad, no un lujo

Max4 decidió empezar de nuevo y enfocarse en mejorar sus equipos de GPS. En ese momento de crisis, los buscó una empresa transportista de renombre internacional que necesitaba economizar y monitorear el rendimiento de su flota de camiones.

“Todos los socios somos ingenieros. Nuestro enfoque siempre fue hacer muchos proyectos, pero no pegaron porque no tenían mercado. Eso lo entendimos a golpes”, comenta Guillermo.

Con nuevos ánimos, desarrollaron una plataforma que les permitió detectar cada detalle relacionado con la eficiencia del vehículo: desde el rastreo de las unidades hasta la forma en que eran manejadas por los choferes.

Los socios se dieron cuenta de que la plataforma sería muy útil para otros negocios, incluso si no estaban relacionados con el transporte y la logística. Entonces, crearon el equipo y soporte que ofrecen en la actualidad, combinando el rastreo de vehículos con el monitoreo de su rendimiento.

Con este sistema, las compañías son capaces de saber las rutas exactas que siguen sus choferes, cuántas paradas hacen en el día, si hay ordeña de combustible o si la unidad se maneja de la manera correcta. Incluso es posible saber si le falla algo al vehículo. Toda la información que se recopila tiene un fin: ahorrar recursos. De esta forma, la inversión se amortiza entre tres y seis meses.

El monitoreo también es requerido por gobiernos municipales y estatales para el control de sus equipos policiales. Una de sus ventajas es que si se detecta una actividad fuera de lo común, se envían alertas vía SMS. De esa manera, la información se distribuye rápido y no es necesario depender de una persona que haga ese trabajo.

“Para un transportista es muy importante el combustible; para la policía es más importante la operación. Nuestro sistema da esas dos cosas. Monitoreamos cerca de 30,000 equipos en México y Latinoamérica. Tenemos clientes desde el gobierno federal, gobiernos estatales y empresas privadas”, menciona Guillermo.

En Aguascalientes y en México, Max4 da servicio al cliente final. En otros países, como Colombia, Perú y Costa Rica, tiene distribuidores autorizados, los cuales son negocios que se dedican al rastreo. La firma hidrocálida provee tanto el equipo como la plataforma, y sus distribuidores dan la cara a los clientes en sus respectivos países.

Consumo inteligente de energía

La necesidad de monitorear vehículos llevó a los socios de Max4 a plantearse la aplicación de soluciones similares en sectores como el de energías renovables. Así nació una de sus cuatro ramas de negocio: Max Energy. Esta área de la compañía ofrece estudios de consumo energético y un sistema que ayuda a hacerlo más eficiente.

“Cuando lees el recibo de la luz no le entiendes, en la consultoría te decimos qué te están cobrando. Otro ejemplo son los paneles solares, todo el mundo los vende, pero no siempre funcionan. Su venta no es como la del retail, se acerca más al rastreo satelital, es necesario saber en dónde se debe de instalar y asegurarse de que están generando energía”, explica el director general.

Pequeños detalles, como la sombra de un árbol, pueden afectar el rendimiento de los paneles solares, lo cual representa pérdida de dinero si se pasa por alto.

Las soluciones de Max4 pueden ser aprovechadas por la industria y el sector comercial, incluso pueden emplearse en casas habitación. En esta rama, trabajan con firmas importantes que se dedican a la instalación de paneles solares. Sus equipos monitorean el rendimiento en tiempo real para que cualquier detalle que se necesite afinar pueda ser reparado de inmediato.

Mensajería masiva

Una parte importante del desarrollo de los equipos de Max4 está en las alertas vía SMS. Después de haber inventado el aparato para enviar mensajes masivos en 2006, los socios se dieron cuenta de que construir uno para cada cliente era complicado y poco funcional. Por esto, decidieron crear una plataforma que fuera controlada por ellos mismos. La nombraron Más Mensajes.

Esa mejora los convenció de su potencial. Podía usarse no solo para campañas de mercadotecnia, sino también para notificaciones bancarias y para enviar cualquier tipo de información al momento.

“Hicimos una plataforma, ya no solo para el rastreo, sino para que cualquiera pudiera registrarse y subir una base de datos de celulares; por ejemplo, una tienda departamental que envía a sus empleados. Esto detonó una línea de negocio distinta al rastreo satelital”, comenta David.

En la actualidad, envían alrededor de diez millones de mensajes al mes, pero tienen la capacidad de enviar hasta un millón diario. Sus principales clientes son bancos, agencias de cobranza y tiendas departamentales.

IoT, el concepto que lo une todo

Durante los últimos años, Max4 ha puesto sus esfuerzos en ofrecer soluciones que involucren el internet de las cosas. Desarrollar una red propia no ha sido un proceso sencillo.

“El monitoreo de un coche se hace a través de una tarjeta SIM que manda datos a Telcel por medio de la red GPRS, el problema es que el servidor es muy caro…”, explica Guillermo, “las redes GSM están enfocadas en comunicar personas, pero no cosas. Los paneles solares no necesitan una conexión rápida, a diferencia de una red social”.

Por esto, decidieron desarrollar su propia red LPWAN (Low Power Wide Area Network, por sus siglas en inglés), la cual es de baja potencia y área amplia. Con ella, los costos disminuyen e incluso la batería de los dispositivos puede durar años.

Las posibilidades que se abren con este tipo de red son infinitas. Se puede monitorear casi cualquier cosa: tráfico, alumbrado, electrodomésticos, máquinas, mobiliario público. Para Max4, el hecho de que Aguascalientes tenga esta tecnología la acerca a convertirse en una ciudad inteligente.

Uno de los proyectos que se han desarrollado gracias a esta red es el sonómetro, un dispositivo que mide los niveles de ruido en las calles con más movimiento. Con él es posible detectar si los decibeles sobrepasan la norma y multar a los establecimientos que la incumplan. También se puede saber en cuáles avenidas hay más contaminación auditiva y analizar si esta se relaciona con el índice de accidentes.

Este tipo de tecnología abarca todos los sectores que tocan nuestra vida cotidiana, no solo los de la industria. Es por eso que Max4 IoT se encuentra desarrollando más dispositivos: uno para vigilar los circuitos de iluminación pública y reducir el tiempo de respuesta a los apagones, y otro que mide la calidad del aire.

En la mira del sector tecnológico

A lo largo de doce años, los socios de la empresa han definido las prioridades de su negocio. Para ellos, el incursionar en nuevas áreas tecnológicas y el tener capacitación constante son aspectos fundamentales.

En este sentido, han descubierto que una de las mejores prácticas que pueden tener es invertir en el talento local. Todos los ingenieros que conforman Max4 son egresados de instituciones hidrocálidas o regionales. Además, si un colaborador desea prepararse, se le brinda la mayor ayuda posible.

“Si hay una expo importante de tecnología, estamos ahí. Vemos la competencia, nos traemos nueva información y nuevos contactos”, dice David.

Hace apenas unos meses, Max4 estuvo presente como expositor en dos de los foros tecnológicos más importantes a nivel internacional: el Mobile World Congress 2018, en Barcelona, y Hannover Messe, en Alemania. Los ojos del sector tecnológico estarán puestos en ellos. Muy pronto podrían sorprendernos con nuevos proyectos.

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