En el mundo de los negocios, hay empresarios que logran convertir sus sueños en realidades exitosas. Uno de esos visionarios es Martín Santaella, dueño de Wings Army, una cadena de restaurantes que ha revolucionado el concepto de los sports bars en México.
A través de su pasión por la cocina y su deseo de ofrecer un concepto divertido e innovador, Martín logró construir esta franquicia líder en el país, la cual cumplirá 18 años y cuenta con más de 140 locales a lo largo de todo México. Internacionalmente la empresa apunta a expandirse hacia Estados Unidos, Centroamérica, Sudamérica y Europa.
La historia de Wing’s Army comenzó con el anhelo de Martín por tener un bar donde él y sus amigos pudieran pasar un buen rato mientras disfrutaban de los deportes. Inspirado por los sports bars en Estados Unidos, notó una oportunidad en el mercado mexicano, donde la mayoría de los bares eran similares en su oferta.
Decidió crear algo emocionante y auténtico: una experiencia que estuviera en sintonía con el momento. Fue entonces cuando surgió la idea de relacionar el nombre de su establecimiento, Wing’s Army, con las alas de un avión. Esto también sirvió para vincular el concepto con la tendencia de vestir ropa estilo militar, que comenzaba a ganar popularidad.
“En esos momentos yo traía 300 mil pesos en la bolsa para invertirlos en algo; tuve que pedir otros 200 mil prestados y era poco. El local interior medía 26 metros y la terraza 12[…] Me decidí a arreglarlo, pintarlo y decorarlo yo mismo”, cuenta el dueño de Wings Army.
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Con el tiempo, el negocio evolucionó para ofrecer mucho más que alitas. El éxito no se hizo esperar. En tan solo seis meses, el boom generado por el primer local fue innegable. Fue entonces cuando comenzaron a llegar las ofertas para convertir a la empresa en franquicia.
“Me imaginaba que el negocio se iba a franquiciar, pero a la vez no quería pensar en eso. Por un lado se me hacía complicado, pero por el otro estaba muy seguro de mí mismo, porque la gente me lo decía. Personas que no conocía me decían que esto iba para adelante”, expresa Martín.
El empresario se inspiró en el éxito de otras compañías que comenzaron pequeñas, como la primera tienda de Starbucks en Seattle. Convencido de que la calidad era fundamental, Martín entendió que Wings Army debía ofrecer productos superiores para mantener su posición en el mercado.
Además, la constante búsqueda de innovación y diferenciación ha sido parte fundamental de su enfoque empresarial. Siempre inquieto por hacer cosas diferentes, Martín y su equipo han logrado mantener a Wing’s Army como líder en el concepto de las alitas y han sabido cautivar a los clientes con su sabor único.