Hace doce años, Martín cambió de hogar para mudarse a un recinto muy peculiar. Uno con tintes coloniales, construido con materiales distintos, variado en sus colores y un tanto desordenado. Todos esos elementos pasan a segundo plano al momento de entrar en dicho espacio. Cada rincón está cubierto por pinturas y esculturas de personajes importantes de la historia. Obras que se caracterizan por plasmar detalles muy precisos de los rostros.
Ese particular estilo es el de Martín Martínez González, pintor y escultor de Aguascalientes. Su hogar, que convirtió en taller y galería de sus obras, se encuentra entre las calles Nieto y Eduardo J. Correa en el centro histórico de la ciudad, por lo cual se ha vuelto parte del paisaje en las andanzas de muchos aguascalentenses. El lugar es un montaje de todas sus ideas, dado que se encuentran obras muy diferentes entre sí: desde pinturas de Charles Chaplin y El Guasón, hasta esculturas de la Virgen María y Jesucristo.
Martín aprendió a pintar y esculpir de manera autodidacta. Ha hecho obras para distintos bares y restaurantes de los barrios de San Marcos y del Centro de Aguascalientes. A pesar de que su trabajo aún no ha sido tan reconocido en el estado, ha tenido como clientes a empresarios y deportistas de países como China, Rusia, Francia y Polonia, quienes han encontrado su galería por coincidencia durante sus paseos turísticos por la ciudad.
En charla con Líder Empresarial, el artista se muestra como una persona impredecible e introvertida, aunque es posible distinguir que tiene una fuerte habilidad para concentrarse. Puede hacer mil cosas a la vez, pero jamás deja de prestar atención a su trabajo. Mientras platica, no suelta ni un minuto su gubia para tallar el yeso.
Líder Empresarial (LE): ¿Por qué decidiste dedicarte a esto?
Martín Martínez González (MMG): Mi vida se ha vuelto mucho más tranquila. No económicamente, porque no es muy bien socorrido esto; pero personalmente me siento mucho mejor que antes.
LE: ¿Qué es lo que más te inspira?
MMG: Mis hijos. Les he hecho algunas pinturas. Hay una que le hice a mi hija, de un girasol, es la que más me gustó. Me recuerda mucho a cuando ella era pequeña. No soy un padre de consejos, yo creo que los mejores consejos vienen con los ejemplos y trato de dárselos a través de mi pasión.
LE: ¿Cuál es tu ambiente ideal para trabajar?
MMG: Ninguno. No soy de música ni de espacios específicos. Prefiero concentrarme, he tenido momentos en los que afuera hay gente tomando o de fiesta, pero he aprendido a no perder mi concentración.
LE: ¿Qué obra te gustó más hacer?
MMG: La Mujer Embarazada. Representa a la madre universal, la hice en madera para la Clínica Biomaterna, tardé casi un año en terminarla.
LE: ¿Qué te hace feliz en tu trabajo?
MMG: El hecho de estar aquí. Hago lo que me gusta, resaltar la profundidad de los rostros, principalmente de personajes que fueron revolucionarios. Ellos tienen más facetas de las que pensamos. El Guasón, por ejemplo, muestra maldad en el exterior, pero tiene una bondad escondida.
LE: ¿Cómo defines tu estilo?
MMG: Soy impresionista. Me gusta mucho utilizar tonos claroscuros, así como pintar con carbón y pastel en papel y madera delgada, porque me ayuda a plasmar mis obras de la mejor forma. Pongo énfasis en las expresiones de los personajes; el verdadero reto es transmitirlas [las expresiones] como realmente fueron por medio de tus trazos.