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Mario Andrade Cervantes, rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes

Fotografía: Édgar Pérez

En Aguascalientes hay un gran porcentaje de egresados que no se dedican a su ramo. No es un asunto exclusivo del estado, sino de todo el país. La oferta educativa de la mayoría de las universidades no cubre la demanda del mercado laboral.

Para el rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Mario Andrade Cervantes, las Instituciones de Educación Superior deben ofrecer programas que el desarrollo social demande.

“Antes de abrir un programa educativo hacemos un estudio de pertinencia para saber si vamos a tener demanda y habrá fuentes de empleo”.

El Campus Sur de la UAA está pensado bajo esa idea, por eso la mayoría de sus carreras son ingenierías: Andrade Cervantes reconoce que el proyecto se realizó para soportar el crecimiento del área automotriz.

“Los diez programas están diseñados para apoyar los trabajos de manufactura en general. Los ojos de las empresas automotrices están en los alumnos del Campus Sur.

Tenemos carreras como Robótica, Ingeniería Automotriz, Ingeniería en Energías Sustentables y Logística Empresarial”.

Dentro de los próximos años, de acuerdo con estadísticas del INEGI, el desarrollo de la tecnología marcará tendencia en la educación superior. La OCDE proyecta que, además de la industria manufacturera, las profesiones más rentables estarán relacionadas con ciencias ambientales, biotecnología y cambio climático.

Para lograr insertar a los alumnos en los campos laborales más demandados, informa el rector, en el último semestre de sus estudios trabajarán ocho horas en una compañía.

Sin embargo, las universidades no solo deben tener en cuenta las necesidades del mercado, sino también la calidad educativa que ofrecen. A nivel local y nacional, la imagen y presencia de las instituciones es más alta que su excelencia.

Las IES del estado, tanto públicas como privadas, no tienen buenas posiciones en los rankings mundiales. Aunque en los últimos años la brecha entre unas y otras se ha acortado, medir la calidad de su educación es un tema que no deben pasar por alto.

Para algunas, la calificación externa es más objetiva; para otras, como la Universidad Autónoma de Aguascalientes, un sistema de evaluación propio es más conveniente.

Andrade Cervantes piensa que “somos unos enamorados de las evaluaciones externas” y, en el caso de la UAA, el Sistema de Gestión de Calidad es una opción más adecuada, pues conoce cómo funciona la institución mejor que cualquier ente ajeno.

“Nuestros programas educativos de pregrado y posgrado son capaces de competir con muchas instituciones privadas. Tenemos 14 de pregrado y 5 de posgrado acreditados internacionalmente. Además, un 85 por ciento de los posgrados están en nivel de calidad, el CONACYT los evalúa y reconoce mediante el Programa Nacional de Posgrado de Calidad”.

Fortalecer las carreras de nueva creación y mantener la calidad de las que ya existen desde hace 40 años es lo proyectado por Andrade Cervantes para la UAA.

“La universidad debe ofrecer carreras pertinentes y de calidad. Los planes de estudio son fuertes y la planta de maestros es la adecuada. También debemos tener laboratorios, aulas, infraestructura de punta y alumnos de calidad. Eso es lo que yo veo para la institución en un largo plazo”.

“Antes de abrir un programa educativo hacemos un estudio de pertinencia para saber si vamos a tener demanda y habrá fuentes de empleo”.

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