Garantizar la continuidad y el éxito de las empresas familiares en un entorno empresarial en constante evolución se ha convertido en un desafío arduo. En este panorama, María Fonseca, Directora del Instituto de Familias Empresarias para México y LATAM (IFEM) en el Tec de Monterrey, se erige como una voz influyente para aquellas empresas que están atravesando cambios generacionales.
En entrevista para Líder Empresarial, Fonseca proporciona valiosas perspectivas sobre cómo las empresas familiares pueden afrontar los desafíos cambiantes del mercado y garantizar su continuidad en el tiempo.
¿Cuáles son las recomendaciones para asegurar la longevidad de las empresas familiares?
Fonseca señala que el primer paso para las empresas familiares es establecer un rumbo claro como familia. Reconoce que no todas las empresas familiares comparten la misma intención de trascender y pasar la estafeta a las generaciones futuras.
Asimismo, la directora destaca la importancia de la adaptabilidad y la capacidad de reinventarse cuando la industria o el mercado evolucionan. Enfatiza que el enfoque no debe limitarse solo al componente empresarial, sino que también debe abarcar la gestión de la familia que respalda el proyecto empresarial.
La directora del IFEM señala que la longevidad de las empresas familiares se deriva de la atención a las dinámicas familiares y la capacidad de trabajar en conjunto. Afirma que más allá de la empresa en sí, son las familias las que trascienden generaciones y sostienen el legado.
María Fonseca sostiene que excluir a la familia como medida para prevenir conflictos dentro de la empresa constituye un error. Argumenta que los conflictos deben enfrentarse de la misma manera que en una organización con fines de lucro.
“En este sentido, una de mis recomendaciones es generar las condiciones adecuadas. Esto puede variar según el contexto, pero siempre existe la posibilidad, siempre y cuando haya la voluntad de trabajar en esta dimensión familiar. Desde entablar conversaciones serias y formales hasta llegar a acuerdos, se trata de crear un ambiente propicio para la comprensión y la colaboración”, afirma.
¿Cuáles son los desafíos que podrían surgir?
Fonseca resalta la complejidad de las empresas familiares a medida que avanzan las generaciones. Hizo hincapié en que el éxito implica trabajar tanto en la parte empresarial como en la familiar, involucrando a todas las generaciones presentes.
Invita a las familias a entender la complejidad de su situación y a educarse constantemente, ya sea asistiendo a conferencias, tomando cursos o buscando asesoramiento externo.
«La familia puede buscar la asistencia de educadores, asesores y consultores, alguien que les oriente en la identificación de los caminos adecuados. Los caminos hacia la trascendencia, esenciales para la longevidad, requieren una preparación específica para cada episodio, es decir, para cada evento de transición, cada evolución y para afrontar todos los factores que puedan surgir”, declara.
Por otra parte, la directora del IFEM subraya que la construcción de un proyecto empresarial duradero va más allá de la empresa misma y se extiende a la familia, la identidad y la visión a largo plazo.
“Es fundamental que exista un sueño. Si ese sueño no ha sido transferido a quienes continúan con la empresa, cuando la persona que la soñó inicialmente ya no está, es necesario asegurarse que se reviva y se conozca este sueño”, concluye Fonseca.
