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Manuel Montoya Ortega y el devenir de la industria automotriz

Manuel Montoya Ortega es el presidente de la Red Nacional de Clusters de la Industria Automotriz, asociación constituida hace un año y que agrupa a los clústeres de Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Estado de México, Puebla, Tlaxcala, Durango, Coahuila, Nuevo León y Chihuahua, que en conjunto aglutinan a más de 500 empresas de la industria automotriz.

El doctor en Administración por la Universidad Autónoma de Querétaro y máster en Business Administration por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) de Barcelona, España, es también el director general del Clúster Automotriz de Nuevo León, A.C., y cuenta con una experiencia de más de treinta años en las áreas de Planeación Estratégica y Desarrollo de Planes de Negocio, así como en la Creación, Desarrollo y Estructura de Clústeres en diversos sectores y regiones del país.

Señala que la industria automotriz es una de las que más ha sufrido por la pandemia, de ahí que la recuperación será lenta y dependerá de varios factores como las ventas de vehículos que se registren en el mercado norteamericano, particularmente en el estadounidense.

“Las ventas de coches van a ser menos en los próximos dos o tres años que las que veníamos teniendo. En 2023 vamos a tener los niveles que teníamos en 2019”, expone.

Además, se calcula que son 4.5 millones de automóviles los que dejarán de fabricarse en América del Norte y en México serán 1 millón.

El T-MEC en el horizonte

Montoya Ortega comenta que con la entrada en vigor del T-MEC se vienen muchas oportunidades para la integración de más proveeduría tanto nacional como local a la industria automotriz, por lo que como clúster ya están trabajando con las empresas trasnacionales para que integren a un mayor número de proveedores, lo que podría ayudarles a que la recuperación del sector sea más rápida.

“Como país tenemos la oportunidad de vender más contenido por coche, aunque sean menos coches (producidos), y esto nos puede ayudar a que nos recuperemos más rápido”, agrega.

Puntualiza que el promedio de integración nacional que tenían los automóviles era de 15%, un porcentaje que se puede duplicar, siendo ésta la estrategia que, consideran, se debe implementar para esta industria en el país.

El especialista señala que un “pecado” que tuvo el NAFTA (North American Free Trade Agreement o en español TLCAN, que es Tratado de Libre Comercio de América del Norte) fue que no incentivaba la adquisición de lo que se producía en México.

“El hecho de que el T-MEC vaya a obligar a las empresas a meter más contenido regional, y por lo tanto más contenido mexicano, eso va a ayudar a las regiones a que haya más riqueza en las entidades, no sólo sueldos, porque lo que genera riqueza es el negocio. Ese va a ser el gran cambio entre el NAFTA y el T-MEC”, expuso.

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