Por María José Valdez Martínez
Cofundadora 02X y Venture Studio Mexico
¿Cuántas veces te has puesto a pensar en cómo poder clonarte, porque los días de 24 horas son muy cortos? Es posible, incluso puedes clonarte en alguien con mejores aptitudes que tú; sin embargo, esto debe ser preventivo y no buscar mágicamente a un “segundo a bordo” cuando los problemas se empiezan a presentar porque entonces no funcionará bien.
Un empresario comúnmente suele tener a su “mano derecha” a quien pide consejo en la toma de decisiones, ya que tener una aprobación, una segunda opinión, una validación o incluso una corrección lo hace sentirse más tranquilo. Pudiera parecer que, en muchos casos, sería el psicólogo, pero no, es quien está en los momentos oportunos. Quienes no cuentan con esa “mano derecha” o “manos derechas”, suelen sentirse muy solos en la organización puesto que de ellos depende prácticamente todo, pero es un peso muy fuerte y una limitante muy grande para crecer la compañía.
De entre los líderes, debes diferenciar entre trabajadores brillantes y los aplicados, ya que necesitas quien lidere el camino y motive a todo el equipo. Los buenos trabajadores, que también son factor clave, sólo se desempeñan muy bien en sus áreas, pero no necesariamente lideran equipos.
Es importante tener a nuestros “manos derechas” desde el inicio ya que deben conocer -como tú- a la organización y a quienes la conforman para que sepan responder dudas de todas las áreas. No es imposible que esto no sea así ya que la antigüedad no es el único factor, pero suele existir mucha resistencia cuando buscas a alguien nuevo para que lidere a personas con mayor tiempo en la empresa.
Ahora, ¿qué características debe tener esta persona? Debe tener los mismos valores que tú, cercanía contigo, que sea un líder natural, con actitud positiva, lealtad a la empresa y a las decisiones que toma, y dirección y pasión por lo que hace. Esta persona se convierte en “mano derecha” de forma natural. La “mano derecha” debe lograr cumplir las tareas asignadas por el jefe, trabajar en equipo con todas las áreas, buscar siempre mejorar y tener empatía con el equipo e inspirar confianza. El punto más importante es la confianza, incluso podríamos ponderar de la siguiente manera: 60% confianza, 20% liderazgo, 10% actitud positiva, 5% compañerismo, empatía y trabajo en equipo y 5% otros.
El director necesita confiar plenamente en su “mano derecha” para poder contarle algo, generar un plan, ordenar ideas y realizarlas, compartir problemas, entre muchas otras. Y en segundo lugar, es el liderazgo, ya que esta persona debe ser capaz de transmitir al equipo y liderarlo como si fueras tú para lograr ejecutarlo. Si no cuenta con este punto entonces fungirá únicamente como confidente.
Un error importante es que apuestes por alguien cuyo carácter y forma de trabajar se asemejan a los tuyos; debe tener un valor agregado y retar al líder, no darle la razón. Clonarte no quiere decir que tengas a alguien idéntico a ti, sino que te complemente, por ejemplo, si eres bueno para planear, entonces tu “mano derecha” debe ser buena para ejecutar.
Otra de las funciones principales de una “mano derecha” es poder aterrizar y ejecutar los lineamientos del director que, en la mayoría de los casos, no tiene el tiempo y, algunas veces, las capacidades de hacerlo.
El líder no deja de ser el jefe, por lo que una “mano derecha” funciona mejor para comunicar las ideas al equipo porque es parte del mismo, vive el día a día de la empresa, lo que ayuda a poder aconsejar mejor al director, quien ya perdió esta vivencia. Esta persona tiene la capacidad de estar más en contacto con las necesidades de la compañía para poder transmitirlas.
Es por ello que esta figura también apoya con la resolución de conflictos internos, una labor que puede pasar desapercibida para el director, pero que marca la diferencia en el trabajo de los empleados y su productividad.
Puede pasar que el director fundador del negocio sea inexperto en su posición, pero con un “buen segundo” al mando todo puede caminar exitosamente. Las “manos derechas” son silenciosas, por lo tanto son un factor de éxito que no suelen contemplar o buscar todos los empresarios.