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Mamá que trabaja en tiempos de COVID

Por María José Valdez Martínez, Cofundadora 02X y Venture Studio México

Para mí, ser madre trabajadora en tiempos de COVID ha significado uno de los retos más grandes pero a la vez gratificantes que me ha tocado vivir. Por un lado, tuve la ventaja de seguir haciendo lo que me gusta profesionalmente y al mismo tiempo estar con los que más quiero, sin embargo, al hacerlo de manera simultánea es donde se convierte en reto.

Mi esposo y yo trabajamos desde casa, tenemos la fortuna de que nuestros trabajos nos lo permite, lo cual disminuye la presión de la dificultad que esto representa ya que debe ser difícil cuando eres madre soltera o padre soltero y debes conservar tu trabajo, o cuando no es posible realizarlo de manera remota. Tenemos dos hijos pequeños, uno de ellos nació en medio de la pandemia, el otro tiene dos años de edad, sí, los terribles dos.

En un día sin pandemia iniciabas tu día con la cachucha de mamá preparando a los niños para ir a la escuela, una vez que los dejas te cambias de cachucha a trabajadora, cuando llegas a tu casa te pones la cachucha de ama de casa y otra vez de mamá, de esposa, y así sucesivamente. Durante el COVID tenemos que funcionar con cachuchas simultáneas agregando también el papel de la escuela -con el que no contábamos- y actividades extracurriculares.

Como suele suceder, pudiera pensarse que esto pone en desventaja a las mujeres o que su desempeño disminuirá; sin embargo, creo que nos da una mayor fortaleza ya que la organización que se necesita para lograr todo te hace en más efectiva. Tenemos que combinar y cambiar cachuchas por hora o menos. Incluso si bajara el rendimiento al no poder contar con superpoderes, porque esto es una realidad, nos ayudará que al regresar un poco a la normalidad o nueva normalidad habremos adquirido nuevas habilidades como laborar de manera concentrada en un menor tiempo o tener mucha más paciencia cuando las cosas no salen como las esperábamos.

Según un informe del Instituto de Estudios Fiscales, las personas más afectadas por esta pandemia son las mamás trabajadoras, sobre todo aquellas que tienen hijos pequeños. Aunque vivamos en una sociedad en la que en algunas familias los roles del hombre y la mujer son equitativos, está comprobado que las mujeres se involucran mucho más en las actividades del hogar y de los hijos.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos indica que en México hay casi 16 millones de madres trabajadoras. Y parece que la lucha por el progreso por la que habíamos trabajado durante décadas ante la igualdad profesional está dando un gran retroceso frente a esta situación. En un artículo de la revista Fortune se calcula el impacto económico de las mamás trabajadoras en cerca de 341 billones de dólares.

Según un artículo de Bloomberg, apenas comenzó la pandemia, las madres que conservaron sus trabajos aumentaron sus horas de trabajo, mientras que los hombres las disminuyeron. Esto no es una guerra de sexos, simplemente habla del remordimiento que existe con las madres que buscan recompensar el trabajo al sentir esta constante distracción del hogar que, aunque antes estaba presente, ahora se multiplicó.

¿Qué es lo que podemos hacer como madres para lograr que esto funcione?

Disminuir juntas innecesarias ya que muchas cosas pueden resolverse sin necesitar ese contacto, es decir, correos, documentos, llamadas cortas, mensajes, entre otros. Tener calendarios con tu esposo para poder lograr trabajar en los espacios que cada uno necesita.

Sería imposible pretender que los dos estén en junta mientras los niños esperan su turno para ser atendidos.

Horas eficientes de trabajo, es decir, encontrar los momentos (siestas, un rato de tv, ayuda de un tercero, entre otros) para alejarte de cualquier distracción, tomar una taza de café y poner turbo a los pendientes.

Paciencia para entender la nueva realidad en la que debes saber que serás interrumpida y que probablemente sentirás que el día no tiene suficientes horas, pero todo es posible si logras adaptarte ante cualquier situación cambiante. Probablemente reponer horas antes de que los niños se levanten o después de que se duerman.

Como todo, esto también pasará; sin embargo, debemos saber adaptarnos constantemente al cambio, principalmente como madres ya que las etapas de los hijos requieren de diferentes tipos de atenciones. No debemos de escoger entre una cosa y otra ya que no están peleadas, debemos aprender a equilibrar el desarrollo en todas las partes que componen nuestra vida.

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