Cuando en 2015 Cuitláhuac Pérez Cerros defendió ante la incredulidad de la gente que México contaba con todas las habilidades para erigirse como una nación innovadora -y no quedarse estancado como un país maquilador-, no sólo se trató de una declaración de intenciones. Con el paso del tiempo, hemos visto que se trataba un mensaje premonitorio.
Hoy, Maindsteel, la empresa creada en 2006 y una de las proveedoras automotrices con más recorrido en Aguascalientes, ha personificado la visión de su fundador y CEO: se ha alzado como una compañía capaz de estar a la altura de corporativos extranjeros en el desarrollo de tecnología, abanderando la transición de las PyMEs locales hacia la industria 4.0.
Una industria que plantea muchas preguntas
Naturalmente, el posicionamiento que en la actualidad Maindsteel ocupa en el sector automotriz no se forjó repentinamente, sino que es fruto de un trabajo arduo para insertarse en uno de los mercados más competitivos del mundo.
“Es complejo convencer a una empresa tractora en el sector automotriz porque hay muchos requerimientos y especificaciones que debes cumplir únicamente para que te permitan la oportunidad de conocerte, para que te permitan cotizar”, señala Cuitláhuac.
Para Maindsteel, esa oportunidad llegó de la mano del corporativo nipón Tachi-S, pero cabe destacar que la compañía ya tenía condiciones indiscutibles por el sector: certificaciones (ISO 9000, IATF), experiencia y dominio de la industria, así como metodologías para establecer procesos productivos eficientes. Este último distintivo resultaría clave, cómo indica Cuitláhuac.
“El ramo automotriz es muy estable, siempre y cuando no haya pandemia. Es un mercado que no te permite tener una rentabilidad muy alta: si cometes un error en el costo de producción que tienes internamente en la empresa, el rédito se te va enseguida”, menciona Cuitláhuac.
Y es que, si bien los contratos amarrados en esta industria brindan seguridad a mediano plazo, los proveedores se ven obligados generalmente a reducir anualmente los costos de operación para las OEM’s, Tier-1 y Tier-2 (en busca de la máxima competitividad).
“Esto nos condiciona a tener procesos exageradamente eficientes con el objetivo de que, con el paso de los años, esa reducción nos permita seguir teniendo utilidad”, explica el CEO de Maindsteel.
La innovación como respuesta
Cuitláhuac Pérez Cerros menciona que el condicionante anterior encaminó a Maindsteel a visualizar dos escenarios: cómo establecer procesos productivos más fáciles de controlar y cómo abatir la disminución de costos que cada año debían entregarle al sector para alcanzar una utilidad.
Para responder estas interrogantes, nació en 2015 su Centro de Innovación y Desarrollo (I+D), un motor que ha impulsado a la compañía a optimizar sus procesos productivos y emprender un proyecto de diversificación exitoso hacia otros sectores como el médico, las Tecnologías de la Información, la manufactura y la industria 4.0.
Recientemente, el centro de I+D ha culminado la fabricación de máquinas para la transformación de tubo con proceso de automatización inteligente. Este equipo vanguardista, diseñado desde su núcleo por el área de innovación de la compañía, traerá numerosos beneficios a Maindsteel:
“Son máquinas mucho más seguras y amigables para los operadores, además de que son más fáciles de manipular y más versátiles. Anteriormente, los equipos eran sumamente exclusivos para un número de parte, pero estos nos permiten ser más flexibles e introducir más productos a esta maquinaria”, detalla Ramséss Urista, director del Centro de I+D.
Asimismo, el líder de innovación en Maindsteel precisa que las máquinas ideadas por la empresa representan un costo que oscila entre el 10 y el 15% de las desarrolladas en el extranjero, las cuales pueden alcanzar hasta el millón de dólares y que tienen precios prohibitivos para las MIPyMEs mexicanas.
“Esto también nos permitirá atender segmentos que hoy en día no tienen el poder adquisitivo para comprar este tipo de maquinaria proveniente del extranjero, que es la población más grande empresas que tiene México. Entonces, lo que queremos es, primeramente, fortalecer nuestros procesos productivos y después, como consecuencia, que el mercado nacional se vea beneficiado con nuestra tecnología”, ilustra Ramséss.
Un impacto que trasciende sectores
Conformado por estudiantes, becarios y profesionistas recién egresados de las diferentes universidades de la entidad, el Centro de I+D de Maindsteel, en colaboración con las otras áreas de la firma, no sólo ha hecho más eficientes los procesos industriales, sino que también ha acelerado la migración hacia otras industrias.
Impulsados por su trabajo, Maindsteel está próximo a liderar a las MIPyMEs nacionales hacia la movilidad eléctrica a través del lanzamiento de una bicicleta, una motoneta y un vehículo biplaza eléctricos, basados en tecnología 100% mexicana.
De igual manera, la compañía ha fabricado ventiladores para el sector médico, los cuales están en proceso de validación por la COFEPRIS y la FDA norteamericana para su comercialización a nivel mundial. También han ideado cunas de calor radiante para los neonatos, así como quioscos para capturar datos biométricos.
Cuitláhuac Pérez Cerros sostiene que todos estos logros han sido posibles gracias a tres rasgos entrelazados intrínsecamente y que han distinguido a Maindsteel desde su creación: visión, análisis de tendencias y un mindset claro.
“Hemos convencido a nuestros colaboradores de que su trabajo debe de estar enfocado hacia lo que queremos lograr en los próximos años, no en la actualidad. Como empresa, debemos tener la característica de poder visualizar las tendencias a nivel global para subirnos a ellas: si te subes cuando ya llegó, tienes a otras 100 empresas internacionales que ya se te adelantaron”, menciona Cuitláhuac.
Asimismo, menciona que la empresa ha abrazado la implementación de elementos propios de la industria 4.0 (automatización, inteligencia artificial, realidad virtual, realidad aumentada, análisis de datos, blockchain, etc.) para ser más competitivos y adentrarse en el desarrollo de tecnología.
“Cada día salen competidores, por lo que, si una empresa solamente se dedica a maquilar, llegará otra que ofrezca precios más baratos a los clientes y ese será su fin”, finaliza el director de Maindsteel, empresa que proyecta el futuro de la proveeduría de la industria automotriz: innovar o morir.