Por Anaé Matute/Passport Habitania
Entre encinos, pinos y liquidámbares, se abre una selva infinita en donde todos los elementos parecen estar en perfecto tiempo y espacio. Esa armonía permanece intacta en el Jardín Escultórico de Sir Edward James, un complejo arquitectónico que se integra orgánicamente con su entorno, convirtiéndose en un desafío sensorial.
Ubicado en el municipio de Xilitla, en San Luis Potosí, el jardín es mucho más que un centro turístico: se trata de un espejo vivo de cómo el movimiento surrealista llegó hasta los rincones más inaccesibles de la geografía mexicana.
Construido entre 1960 y 1970, este monumento artístico consta de 36 esculturas (entre cascadas y piedras), fruto de la imaginación del enigmático personaje que fue Sir Edward James, un artista polifacético y millonario que llegó a México buscando un paraje en el cual realizar su sueño de construir un jardín surrealista, mismo que hoy es propiedad de una fundación y uno de los sitios más representativos de la Huasteca Potosina.
La naturaleza onírica y el diseño
El surrealismo está presente en el diseño y arquitectura del jardín escultórico a través de diversos elementos. Algunos de ellos son:
- Las columnas y terminaciones reflejan patas de animales y flora exótica.
- Si te colocas dentro de alguno de los arcos o construcciones, podrás sentir un efecto ilusorio, propio de la estética de este lugar.
- Tanto el ensamblaje de cuerpos incongruentes en arcos y columnas, como la naturaleza (la cual interviene en toda la escenografía), evocan un estilo místico y misterioso.
- Este tipo de arquitectura juega con tamaños y volúmenes poco normales: puedes ver formas geométricas de todo tipo en una misma escultura.
- El diseño es totalmente libre y en él, se funden varias corrientes: egipcia, mesopotámica y gótica.
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