El Observatorio Mexicanos Primero publicó en su reciente estudio “Sorry, El aprendizaje del inglés en México”, que en el país no es necesario saber inglés para dar clases: uno de cada seis maestros desconocen el idioma completamente.
Este análisis revela los aspectos más preocupantes en cuanto a la enseñanza de este idioma, como la falta de apoyo de las dependencias de gobierno y las deficiencias de los docentes, como un bajo nivel de inglés.
Según el estudio, el 97 por ciento de los alumnos no alcanzó el nivel de inglés previsto por la SEP para acreditar la secundaria. Uno de cada cinco jóvenes no logró identificar elementos en un texto como: nombre, número telefónico, dirección o edad del autor. Y por si fuera poco, más de la mitad de los jóvenes que tuvieron 9 de calificación en inglés demostró desconocer totalmente el idioma.
De las 11 ciudades evaluadas, ninguna alcanzó el nivel que establece la SEP. Las más bajas fueron: Distrito Federal, Puebla y Tuxtla Gutierrez, Chiapas. Las más altas resultaron ser Tijuana, Monterrey y Culiacán.
El reporte dice que el gasto en los últimos años dedicado a la enseñanza del inglés fue de 33 mil millones de pesos, la mayoría utilizado para pagar los salarios de los maestros. Aún así, los resultados no son satisfactorios.
En 2009 se creó el primer Programa Nacional de Inglés en Educación Básica (PNIEB) que estableció como obligatoria la carga horaria de inglés, desde tercero de preescolar hasta tercero de secundaria. A pesar de esto, no hay una supervisión al programa, pocos estados capacitan a sus maestros y no se evalúa el aprendizaje de los alumnos.
El observatorio enumera algunas buenas prácticas para mejorar el nivel de inglés en el país:
–Una política de Estado que integre la enseñanza de lenguas extranjeras con las locales, como en el País Vasco, donde además de aprender euskara y español, estudian inglés desde los 4 hasta los 16 años.
–Contar con un plan de implementación: integrar a la familia, sociedad, escuelas, alumnos y docentes en la enseñanza y establecer objetivos a corto, largo y mediano plazo.
–Participación ciudadana.
–Seleccionar y formar maestros; capacitarlos en pedagogía, construir redes de docentes y comprometerlos a participar activamente.
–Acceso a información confiable, pública y de calidad.
–Utilizar la tecnología como una herramienta de aprendizaje.
–Prácticas pedagógicas efectivas.
Revisa el estudio completo aquí: http://goo.gl/dFP4IW , http://goo.gl/gWD30Q