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Lucía Mazzocco: la zacatecana que llevó su pasión por los viajes a otro nivel

La tradición familiar

El mundo es tan amplio que tal vez no bastaría una vida para recorrerlo completamente, sin embargo, sí se puede dedicar toda una vida a ello. Y es que viajar es un placer inigualable, al viajar probamos, olemos, sentimos, escuchamos y observamos una infinidad de experiencias distintas a las que ofrece el lugar en el que vivimos. Vivencias que más allá de la identidad con la que nacimos y a la que estamos acostumbrados nos invitan a ver el mundo con distintos ojos.

Para Lucía Mazzocco, empresaria zacatecana y directora general de Viajes Mazzocco, viajar ha sido como un signo constante a lo largo de su vida y su carrera, en exclusiva para Líder Empresarial, nos cuenta: “Nací prácticamente con la palabra ‘viajes’ insertada en mí” esto ya que su padre y en general su familia tenían una impresionante afición por conocer México y el mundo.

“Mi papá constantemente nos llevaba de viaje, a lugares cercanos tal vez, pero era la costumbre familiar cada año salir de vacaciones. En aquellos ayeres, mi papá tenía una camioneta Studebaker, que no sé de dónde habrá sacado, porque en aquel entonces no era tan común tener ese tipo de vehículos, pero la tenía y en ella cabíamos absolutamente todos con los regalos de la familia que llevábamos de un lado a otro”.

“Mis padres tenían una gran motivación para promover, dar a conocer y regalar las artesanías de los distintos lugares que visitábamos. Ellos ponían mucha atención en los productos característicos de cada lugar y basados en eso planeaban los regalos navideños. Compartiendo así un poco de lo que experimentábamos en nuestros viajes”.

Es así que desde su infancia Lucía estuvo en contacto con los placeres y las maravillas que implican viajar y conocer otros lugares. Esto, gracias a que, señala “mi papá era un eterno viajero”. Y siendo su padre de origen italiano, quien llegó en barco a México desde muy pequeño, nunca pudo volver a su patria pues, esta empresaria recuerda que “él le tenía pavor a volar en avión. Lo cual es curioso porque su mundo era viajar. Fue por eso que, en todos nuestros recorridos, en los que incluso llegamos hasta Guatemala, nunca viajamos en avión. Lo cual también le dio su particularidad a los viajes, que disfrutábamos mucho porque hacíamos escalas en varios puntos”.“Desde entonces para mí el viaje significa alegría, conocer otras culturas y también transmitir mis experiencias”.

Sin embargo, ahí no terminó la presencia del gusto por conocer el mundo en la vida de Lucía y nos cuenta: “Me casé muy chica, a los 18 años, pero mi esposo era adicto a los viajes, su vicio era viajar. En ese entonces, en Zacatecas había muy pocas personas que hubieran visitado Europa y mi marido era una de las, qué te diré, diez personas que conocían el viejo continente”.

Resultó que su esposo también era un eterno viajero, el cual dos meses antes de morir viajó a Australia, que era el único continente que le faltaba por visitar, “en tal viaje no lo acompañé pues entonces nuestros tres hijos aún eran pequeños, y él decidió que si algo pasaba en el vuelo, así al menos a los niños les quedaría alguien. Me convencía, en una palabra” recuerda con gusto Lucía.

Es así que casualmente un día que paseaba por la Ciudad de México Lucía entra a una agencia de viajes tan sólo a ver los folletos y a pedir la cotización de un viaje, de lo que surge que en la agencia le proponen que en Zacatecas, que era el lugar en el que ella vivía, juntara a un grupo de personas para hacer aquel viaje y de esa manera a ella le saldría gratis. “Y dije ¡eureka!, porque habiendo entrado sólo a ver los folletos surgió aquello”.

De lo que siguió que viene a Zacatecas y empieza a llamar a sus amigas para organizar aquel viaje, para lo que además instaló una pequeña oficina en lo que había sido el consultorio de su esposo.

Emprendedora y empresaria de los viajes

Viajes Mazzocco es una agencia de viajes que desde hace 47 años brinda servicios que se han distinguido por su honradez y calidad. Esta empresa, como lo hemos visto, fue fundada por Lucía Mazzocco al conjuntar su heredada afición por los viajes con la necesidad que había en aquel entonces en Zacatecas de una compañía que cubriera esta línea de acción, pues entonces no había aquí ninguna agencia de viajes.

En aquel momento resultó no sólo innovador y vanguardista abrir una agencia de viajes en nuestro estado, sino también llamó la atención el hecho de que fuera una mujer joven quién tuviera la iniciativa. 

A esta empresaria del turismo mundial le ha tocado ver la evolución no sólo de su agencia sino también de Zacatecas en temas de turismo, nos platica que fue en una visita que hizo a Vancouver donde observó el teleférico de aquel lugar, por lo que se trajo una tarjeta de la compañía que lo construyó, de lo que surge que tiempo después en una plática con Raymundo Montes y José Bonilla sugiere la idea de instalar un teleférico en Zacatecas. Al respecto precisa “fue una idea de todos, porque una sola persona no hace nada”.

Después de realizar invitaciones de una manera un tanto informal, Lucía decide abrir de una buena vez su agencia. Es así que empieza a buscar maneras de llevar a cabo su idea, y un día va al edificio de Turismo en Ciudad de México y se encuentra, oportunamente, con Salvador Llamas Caballero, amigo que trabajaba ahí, quien inmediatamente la abre las puertas, la pasa frente a un grupo de señores que esperaban su turno y “cómo quieres que se llame la agencia, me dijo” comenta alegremente Lucía.

En cuanto a los retos que a su vez fueron motivaciones para emprender este viaje señala “Primero, creo que la necesidad es la madre de todas las ideas innovadoras. Segundo, tenía a mis tres hijos muy pequeños, así que atendía a la agencia y a mi familia; en los pisos inferiores de mi casa instalé las oficinas, por lo que podía cuidar las dos cosas al mismo tiempo”.

Esta empresaria zacatecana recuerda también que ella tubo una de las primeras franquicias de Wagons-Lits/Cook, compañía de viajes británica, con lo que, en aquel entonces, logró una gran afluencia de personas de Zacatecas que ella se encargó de hacer llegar hasta Roma y Tierra Santa. Labor que le valió el primer lugar de ventas en el año en que entró con dicha franquicia.

Entre otra de sus anécdotas esta la de que la primera vez que tuvo que hacer un boleto México-Acapulco, fueron muchas veces las que tuvo que rehacer el boleto pues entonces éstos se hacían de manera escrita, “no sé cuantas veces hice el boleto, porque estaba yo temblando” recuerda alegremente.

Lucía declara que, en esta larga trayectoria dedicada al servicio de viajes, “lo que más me gusta es trabajar, todos los días trabajo, lo sigo haciendo, aunque mis conocidos a veces se sorprenden. Y obviamente también me gusta viajar”. A la par de su trabajo o independientemente de él Lucía nunca ha dejado de viajar, nos cuenta que uno de los lugares que más le gusta visitar es Roma y que recientemente también ha descubierto un gran gusto por los países árabes, por ejemplo Jordania, donde estuvo hace poco.

Sin duda, Lucía Mazzocco es uno de los ejemplos de mujer emprendedora a cuya historia hay que poner atención, pues a ella le tocó iniciar su empresa en un tiempo en el que México y su contexto social eran muy diferentes. Cabe mencionar que entre otras cosas ella fue la primera mujer consejera en la Cámara Nacional de Comercio, primera mujer consejera en el Tecnológico de Monterrey, la primera mujer mexicana en el Club de Ejecutivos de Hoteles, Transportes y Agencias de Viaje, entre otros reconocimientos y menciones en algunos libros. 

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