La Lotería Nacional para la Asistencia Pública cumple sus 250 años de vida en México. Los “cachitos” llegaron a nuestro país el 7 de agosto de 1770, pero se asentó en el Edificio El Moro en Av. Paseo de la Reforma en la Ciudad de México hasta 1946.
Esta institución surgió como la encargada de realizar juegos y sorteos legales en el país, comprometida con la captación de recursos financieros a través de la venta de billetes de lotería en diferentes sorteos. El motivo de su trabajo es impulsar el proceso de redistribución de una parte considerable de la riqueza, además de generar empleos.
Un inicio noble a resistir el tiempo
La historia de la Lotería Nacional se remonta a la época borbónica, cuando el rey de España en turno, Carlos III y el Virrey Marqués de Croix, apoyaron el proyecto que presentó Francisco Xavier de Sarría para crearla, tomando como base las de los reinos de Nápoles e Inglaterra. Su primer sorteo se llevó a cabo el 13 de mayo de 1771.
Después de la Independencia, las ganancias de la lotería se utilizaron para adquirir importantes obras de arte, dar becas a alumnos de la Academia para estudiar en Europa y traer a México a importantes maestros.
Derivado del gran éxito económico que se tuvo con esta lotería también fue posible apoyar otras necesidades urgentes de la población. Por otra parte, fue una de las formas en que los pobres lograron llegar a la riqueza de la noche a la mañana.
El presidente Benito Juárez durante su administración prohibió todo tipo de rifas y loterías paralelas, pero Sebastián Lerdo de Tejada las permitió luego de la muerte de Juárez. El sorteo empezó a ser transmitido en la televisión mexicana hasta 1950.
Luego vinieron los famosos niños gritones de la Lotería, lugares que fueron ocupados exclusivamente por varones hasta que se hizo entrar un grupo de niñas en los 2000. Actualmente, la Lotería Nacional vende cachitos para un «Premio Gordo de Navidad» de hasta 430 millones de pesos o el Zodiaco Especial de 43 millones de pesos.