Durante el Tianguis Virtual de Pueblos Mágicos 2020, cuya segunda edición se realizó del 9 al 10 de diciembre, Zacatecas participó con sus espectaculares seis pueblos mágicos, únicos por sus paisajes y tradiciones. Se presentaron ante agencias de viaje, transportistas, empresarios y 500 compradores de 28 países.
Jerez de García Salinas, Pinos, Guadalupe, Teúl de González Ortega, Sombrerete y Nochistlán forman parte de los 132 pueblos mágicos que se ofertarán en este foro internacional. Aquí te presentamos lo que estos pueblos zacatecanos tienen de mágico para ofrecer.
Sombrerete: la historia y la maravilla natural
Entre rocas colosales y paisajes coloniales se ubica Sombrerete. Este pueblo cuenta con tres nombramientos por parte de la UNESCO de Patrimonio Cultural de la Humanidad. La historicidad que emana se remonta hacia la dirección minera que erigió al pueblo una vez que se fundó en 1555: los minerales a los que se abocó la actividad minera son: oro, plata, plomo, estaño y mercurio.
El pueblo cuenta con 14 templos virreinales, diez de ellos en perfectas condiciones. La Sierra de Órganos ubicada en este lugar, fue nombrada como Parque Nacional por la belleza de sus rocas en combinación con la vegetación. Dentro de este espacio se han filmado varias películas de talla internacional.
Puedes disfrutar de recorridos por las calles históricas, así como por los senderos de su Parque Nacional, sin dejar de lado los recorridos a las zonas arqueológicas del lugar. Entre las delicias culinarias que ofrecen se encuentran las “brujitas”, empanadas de maíz fritas en aceite, rellenas de deshebrada o frijoles.
Conoce más:
Jerez de García Salinas: la fiesta y la tradición
Es uno de los pueblos más visitados y más conocidos por el pueblo zacatecano, debido a la variedad de experiencias, sabores y paisajes que ofrece. A tan sólo 57km de la capital, se convirtió en uno de los destinos turísticos más emblemáticos del estado. Al igual que la capital, su centro histórico goza de particularidades y edificaciones coloniales.
Fue fundado en el siglo XVII y ha sido cuna de varias tradiciones que se mantienen vigentes. En la comunidad de “El Cargadero” nació el famoso “tamborazo zacatecano” al unir estilos musicales prehispánicos con otros sones e instrumentos. Además, este pueblo vio nacer al poeta Ramón López Velarde, referente literario nacional creador de “La suave patria”.
Además de disfrutar de su música y sus fiestas emblemáticas como la “Fiesta de la Primavera” que comienza con el Sábado de Gloria, cuenta con paisajes naturales dignos de admirar, como la Sierra de Los Cardos. Si lo visitas no te puedes perder la variedad gastronómica que ofrece: tostadas, nieve, flautas y burritos al mero estilo jerezano.
Conoce más:
Pinos: casa del Mezcal
Al sureste del estado se ubica Pinos, un pueblo mágico con una historia memorable. En la época de la Colonia fue un importante bastión minero integrado al conocido Camino Real de Tierra Adentro, ruta reconocida como Patrimonio de la Humanidad. Se caracteriza principalmente por las chimeneas que emergen de viejas construcciones virreinales, brindando un paisaje único.
Sus plazas, calles y jardines son otro de sus atractivos, pues cuentan con una particular arquitectura. Dentro de sus edificios históricos más destacables se encuentran: la parroquia de San Matías, la iglesia de San Francisco y el templo de Tlaxcalilla que cuenta con una capilla y un retablo de corte churrigueresco.
Actualmente en los antiguos cascos de hacienda se asientan modernas casa productoras de mezcal, el cual puedes degustar en la visita. Pinos también es reconocido por las piezas artesanales de barro que se fabrican.
En cuanto a la gastronomía, no te puedes perder la variedad de platillos hechos con nopal, el conejo con mole de pinole y los condoches.
Te puede interesar:
Nochistlán: la viva tradición
Famoso por ser el lugar en donde se ubicaría “La primera Guadalajara” es conocido también como “El lugar de las tunas” o “El lugar de grana”. Nochistlán se encuentra rodeado de paisajes vastos, con cerros que propinan faldas llenas de nopales, que se conjunta con una arquitectura de aire provincial.
Al ser un pueblo pequeño, las tradiciones se mantienen y las rutinas que en ello se manifiestan le otorgan un aire pintoresco que parecía olvidado y que bien puede ser apreciado en carne propia. El municipio destaca principalmente por la producción de talabartería de calidad.
El atractivo culinario se encuentra altamente presente, ofreciendo una combinación entre cocina española e indígena. El principal atractivo culinario del que son propietarios es el famoso pollo a la Valentina, gorditas de papaqueso, picadillo o carne deshebrada, el tejuino y las gorditas de polvo.
Guadalupe: el destino virreinal por excelencia
La ciudad histórica de Guadalupe colinda con la capital del estado, por lo que su cercanía le brinda un plus y un mayor atractivo para visitarlo. Este pueblo mágico destaca principalmente por su valor histórico, pero también por sus comunidades aledañas y por los magníficos conos que anteriormente fueron almacenes.
En el centro se puede encontrar el Jardín Juárez en donde se erige el Convento de Nuestra Señora de Guadalupe, mismo por el cual el municipio recibe su nombre. Dentro del recinto se encuentra la capilla Napolitana, famosa por su recubrimiento de estuco y oro de 24 kilates.
En este mismo espacio se encuentra el Museo de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es considerado uno de los más importantes del país por todas las obras y los artículos que alberga. Por si fuera poco, también cuenta con el Centro Platero, donde se diseñan piezas únicas de este metal precioso.
Teúl de González Ortega: un espacio de descanso
El nombre de este pueblo mágico del suroeste de Zacatecas deriva de ‘teotl’ que quiere decir Dios o puede derivar también del adjetivo ‘Tetl’ que significa respetable, mismo que se usaba para los chichimecas. Uno de sus principales atractivos es la producción de uno de los mejores mezcales del estado y del país: Mezcal Don Aurelio
El centro histórico tiene una arquitectura colonial combinada con colores brillantes que brindan un aire fresco a los monumentos. Una de sus actividades más destacadas es el paseo en pequeñas trajineras por un lago de la región.
Cuentan con un recorrido mezcalero, arqueológico y, por su puesto, un exquisito recorrido gastronómico, en el que abundan pipián, gorditas de horno, requesón y queso de rancho que puedes degustar mientras se puede observar un estilo arquitectónico que envuelve la tradición prehispánica y colonial.
Continuar leyendo: