Por: Iliana Urbina Rivera, Previsión Patrimonial. Socia de AMASFAC
Los seguros son esenciales para el desarrollo social y económico de un país. Son esa pieza clave que reduce la vulnerabilidad de una familia o una empresa ante los riesgos propios de la vida, como las pérdidas de cualquier tipo: humanas, de la salud, materiales o económicas. Estas pérdidas son inevitables e incontrolables.
En estas circunstancias, los seguros inyectan capital en una familia o empresa cuando más se necesita. Son el salvavidas cuando el barco se hunde, o bien, el impulso económico cuando se quiere ir a otro nivel y generar riqueza.
Ningún otro instrumento financiero brinda la certeza económica que los seguros traen consigo. Al trasladar los riesgos a una aseguradora, nos garantiza que tendremos los recursos económicos para resarcir ese daño y no empezar de cero.
Estos riesgos a los que estamos expuestos son muchos y variados, como perder la vida, perder la capacidad de generar ingresos, no tener para enfrentar una enfermedad, llegar a la vejez sin dinero, perder el hogar, la empresa o los bienes, entre otros.
Este papel fundamental que juegan en el crecimiento y desarrollo tanto de una sociedad como de su economía debe ser impulsado por los distintos sectores económicos: el gobierno, el sector empresarial, las aseguradoras, etc. Por supuesto, los agentes de seguros tenemos una labor fundamental y un compromiso social muy importante, sobre todo, en una economía como la mexicana, donde la cultura del seguro está en ciernes. Nos corresponde impulsar esta cultura en todos los sectores de la población.
No obstante, debemos reconocer que, para ciertos sectores, los seguros son inaccesibles. Esta es una verdad irrefutable y es importante plantear en los distintos foros a los que tenemos acceso la necesidad de seguros al alcance de toda la población.
Los seguros tienen un impacto social tan grande en las economías (sean familiares o empresariales), porque constituyen un cimiento sólido y certero. Estas entidades pueden así descansar y además incluir un valioso plan B en caso de que algo no salga según lo planeado. No acaban con un proyecto de vida, o con una empresa, sino que proveen los recursos económicos necesarios para continuar. Eso hace crecer una economía y generar riqueza.