En evento reciente en el Teatro Morelos, se anunció que Aguascalientes fue nombrada como Capital Americana de la Cultura 2023. Para conocer las implicaciones de este título, así como las proyecciones para el año entrante, en Líder Empresarial conversamos con Alejandro Vázquez Zúñiga, director del Instituto Cultural de Aguascalientes.
¿Qué es la Capital Americana de la Cultura?
El reconocimiento cultural nació en 1998. Es otorgado por la organización miembro del Bureau Internacional de Capitales Culturales y está acreditado por la Organización de los Estados Americanos (OEA); cuenta con el reconocimiento de los parlamentos Latinoamericano y Europeo.
Según menciona su sitio web, tiene como objetivo promover la integración interamericana desde el ámbito cultural, contribuir a un mejor conocimiento entre los pueblos del continente americano, respetando su diversidad nacional y regional, poniendo de relieve al mismo tiempo el patrimonio cultural común.
El presidente del Bureau Internacional de Capitales Culturales, Xavier Tudela, anunció las razones del nombramiento de Aguascalientes por la calidad del proyecto de candidatura, por el consenso institucional y ciudadano y por querer hacer de la Capitalidad Cultural un instrumento de suma, cohesión e inclusión social a la vez que un elemento de desarrollo económico.
En sus poco más de veinte años de historia, en México han sido reconocidas otras capitales como Mérida (2000, 2017), Guadalajara (2005), Colima (2014), San Miguel de Allende (2019) o Nayarit (2024). Destacan otras capitales latinoamericanas como Cuzco (Perú), Córdoba (Argentina), Barranquilla o Ibagué (Colombia), Iquique, Valdivia o Punta Arenas (Chile).
Un mapeo intensivo
Para conformar la candidatura se llevó a cabo un proceso intensivo de diagnóstico cultural. Entre las actividades, señala Alex Zúñiga, se realizaron:
- Inventario de espacios culturales o propicios para hacer reconversiones o usos eventuales culturales.
- Catálogo histórico de artistas.
- Estudio de las obras y del patrimonio, así como un acervo de pintores, grabadores, músicos, entre otros artistas.
- Entrevistas con artistas actuales.
- Conteo del número de intercambios.
- Estadística de los estudiantes de carreras profesionalizantes, número de egresados, carreras per cápita, espacios que ofrecen educación artística.
Ese diagnóstico, presentado ante el Bureau internacional, implica en un primer momento: “un momento de reconocimiento y validación externa”, dice Álex.
Destaca: “a veces, nosotros hidrocálidos e hidrocálidas probablemente no entendemos la dimensión de tener una de las obras más reconocibles a nivel mundial, que forma parte del inconsciente colectivo mundial y que es patrimonio propio, uno que podemos ir a ver en el museo: ver y fascinarte con la placa original de la Catrina Garbancera”.
Un ejercicio de interlocución
Para Alex Zúñiga, este nombramiento tiene dos implicaciones mayores. En primer lugar, el reconocimiento de la labor realizada en años pasados (tanto en las administraciones estatales como en el ecosistema cultural):
“Este reconocimiento no lo obtuvimos nosotros desde la administración sino proviene del trabajo de colegas, hombres y mujeres, artistas maravillosos que por décadas han hecho trabajo desde la comunidad artística, los sectores culturales y los colegas que han estado en este instituto”.
En segundo lugar, a propósito del inicio del proyecto de gubernatura, implica: “dejar en claro nuestra forma de trabajo, estilo y proyecto”.
El nombramiento sirve como una plataforma de difusión del legado artístico de la entidad en más de 30 países, así como un ejercicio de comunicación, intercambio e interlocución con ellos. En materia presupuestal, uno de los aspectos más relevantes es el compromiso signado de destinar 20% del presupuesto del Instituto Cultural de Aguascalientes a las actividades que promuevan la Capital Americana de la Cultura.
Un trabajo cotidiano
El nombramiento implica el compromiso de ser “instrumento de suma, cohesión e inclusión social a la vez que un elemento de desarrollo económico”. Para dar pie a esto, Alex refiere que no se buscará tanto la construcción de una agenda de “grandes eventos”, sino de trabajo continuo. Sobre todo, resalta:
“Hablar menos de Feria, hablar menos de Festival de Calaveras, hablar más de los proyectos de generación de públicos, de la recuperación, que tendrá que ser quirúrgica, para reinventar estos programas en donde podamos entrar a las escuelas primarias, para apoyar a los maestros y maestras de educación artística, así como solventar aquellas que no tengan docentes de educación artística”.