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Los estragos del trabajo no remunerado a la mujer, según el FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) puso de relieve la brecha salarial que existe entre mujeres y hombres en el mundo. A través de un informe, el organismo advierte que en ellas  recae la mayoría del peso del trabajo no remunerado a nivel global: en un día normal, las mujeres dedican 4.4 horas a actividades no pagadas, mientras los hombres únicamente 1.7 horas.  

Naturalmente, esta desigualdad provoca perjuicios en contra de las mujeres y la economía: 

“Este desequilibrio no solo priva a las mujeres de oportunidades económicas. También es costoso para la sociedad en forma de menor productividad y pérdida de crecimiento económico. Derivado de lo anterior, se deduce que una asignación más justa del trabajo no remunerado no solamente beneficiaría a las mujeres, sino que también conduciría a fuerzas de trabajo más eficientes y economías más fuertes”, señala el FMI. 

Cocinar, limpiar, buscar comida o agua, y cuidar a niños o ancianos son algunos de los ejemplos de trabajo no remunerado, indica el organismo. Sostiene que estas actividades no forman parte de la actividad económica dado que son difíciles de medir “en función de los valores del mercado”; sin embargo, apunta que su valor es sustancial, oscilando entre el 10 y el 60 por ciento del Producto Interno Bruto.

“Las instituciones y los valores sociales pueden restringir la redistribución del trabajo no remunerado al evitar que los hombres compartan la carga en el hogar”, advierte el FMI. 

Esta realidad es diferente en cada país. Por ejemplo, en Noruega, las mujeres las mujeres destinan 3.7 horas diarias en trabajo no remunerado; mientras que en México esta cifra asciende a 7.1 (aunque no menciona cuánto tiempo gastan los hombres en actividades no pagadas). 

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el trabajo no remunerado desarrollado por las mujeres en los hogares mexicanos, equivaldría aproximadamente al 24.2 por ciento del Producto Interno Bruto de México.

Nuevamente, en el país escandinavo las mujeres trabajan 20 por ciento más en actividades no remuneradas en comparación con los hombres; en Estados Unidos, la cifra asciende a 60 por ciento; pero en países como Japón o Pakistán, los números se disparan, alcanzando 380 y mil por ciento más. 

“Al no involucrar completamente a las mujeres, la economía está asignando mal los recursos, haciendo que las mujeres realicen tareas de baja productividad en el hogar en lugar de aprovechar todo su potencial en el mercado. También echa de menos explotar la complementariedad entre mujeres y hombres en el lugar de trabajo. El resultado es una menor productividad y crecimiento económico. Esta brecha de género en el trabajo no remunerado no es solo injusta. Es claramente ineficiente”, subraya el Fondo Monetario Internacional.

Si bien el organismo reconoce que una parte del trabajo no remunerado puede ser hecho por elección, aludiendo a la decisión de la mujer de hacerse responsable de la crianza de los hijos, también indica que más del 80 por ciento del tiempo dedicado a actividades no pagadas son destinadas a tareas domésticas. 

En este sentido, el FMI arguye que las mujeres asumen  a esas tareas domésticas por restricciones impuestas por “normas culturales, la falta de servicios públicos e infraestructura o la ausencia de políticas favorables para la familia”; añadiendo que también pueden elegir quedarse en casa orilladas por salarios bajos o menores a los que recibiría un hombre por la misma tarea. 

En este sentido, el organismo financiero aboga por la implementación de políticas públicas que contribuyan a reducir y redistribuir el trabajo no remunerado. Por ejemplo, señala que las economías emergentes, medidas para mejorar el suministro de agua, el saneamiento, la electricidad y el transporte “son fundamentales para liberar a las mujeres de las tareas de baja productividad”. 

El FMI ilustra lo anterior citando a la UNICEF, organismo que estima que las mujeres pasan alrededor de 200 millones de horas diarias en todo el mundo buscando agua; o en la India, donde las mujeres gastan una hora diaria únicamente recolectando leña. 

“[Además] Los gobiernos deben garantizar el acceso a la educación y la atención médica para las mujeres. Sin el capital humano adecuado, las posibilidades de las mujeres en el mercado laboral son muy limitadas. Según la UNESCO, 130 millones de niñas en edad escolar no están en la escuela. No solo se trata de proporcionar los servicios, sino también de garantizar su uso”, escribe en el documento el FMI.

En la investigación, el organismo también señala que una alternativa para aminorar y redistribuir el trabajo no remunerado es el mercado laboral eficiente y flexible, ya que contribuyen a un mejor balance entre la vida laboral y personal.

Aquí puedes consultar el reporte completo.

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