De acuerdo con el informe “Un Empleo para la #SaludMental” —publicado por la Fundación Adecco, en colaboración con Johnson & Johnson—, los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en 2030.
En el documento se estima que una de cada cuatro personas tendrá algún padecimiento de dicha naturaleza; en la actualidad, en el 77% de las empresas encuestadas laboran personas con alguna afectación de tipo mental.
En este mismo sentido, Lorena Guerrero de Anda —psicoterapeuta especializada en terapia Gestalt infantil, así como en tanatología, sexualidad y suicidios— busca incidir en pro de la salud mental tanto de colaboradores en las empresas como de cualquier persona o pareja que desee progresar en su desarrollo personal.
Lorena afirma que, como consecuencia de las diversas medidas de confinamiento por el COVID-19, los padecimientos ansiosos o depresivos han aumentado considerablemente (particularmente en la población infantil):
“A todas las personas les ha afectado la pandemia de alguna manera, pero, hoy en día, tengo muchos pacientes de entre cuatro o cinco años que sufren ansiedad debido a que no entienden la situación actual”, comparte.
De igual forma, los problemas relacionados con el confinamiento afectan a los matrimonios. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recientemente dio a conocer que Aguascalientes es la entidad federativa con mayor tasa de divorcios en México: por cada diez mil habitantes se registró un total de 30.6.
Ante tal situación, Lorena afirma que la terapia en pareja es una herramienta útil para procurar la salud mental y conyugal. Sin embargo, antes de este proceso, cada parte debe iniciar una terapia individual, dado que ambos reportan beneficios tanto en los resultados de la pareja como en la salud de sus hijos.
“A las personas que acompaño es porque les gusta mi trabajo y se sienten en confianza […] Para mí lo más importante es que mis pacientes se sientan en buenas manos”, explica.
Atendiendo en los consultorios que llevan su nombre —ubicados en Juan de Montoro 104 y Residencial Santa Fe—, se ha percatado que la población en general ha cambiado positivamente su perspectiva frente a la atención psicológica; a su vez, está consciente que esto mejorará conforme más personas conozcan los beneficios consecuentes a la terapia psicológica.
“Agradezco mucho que haya cambiado la idea de ir al psicólogo, en especial para las personas de 20 años, que ya no lo ven como un tabú. A esta generación le cuesta romper patrones, pero ya no se conforman con la situación y buscan ayuda con el psicólogo; sin embargo, es un tema al que también le deberían de dar importancia tanto las empresas con sus trabajadores como las escuelas con sus alumnos”, concluye.