Las normas ISO –creadas por la Organización Internacional para la Normalización (International Organization for Standarization)- son utilizadas por las empresas para asegurar que los productos o servicios alcanzan la calidad deseada. También son instrumentos que ayudan a minimizar costos, puesto que propician la reducción de errores y el incremento de la productividad.
Aparte de las ISO 9000, las cuales son empleadas para certificar procesos relacionados con la gestión y el aseguramiento de la calidad, existen los estándares para sistemas y auditorías de administración ambiental denominados ISO 14000.
Su propósito es anular las barreras para el comercio internacional que pudieran surgir de conflictos entre las leyes de los países y los sistemas de administración ambiental. Este conjunto de reglas está conformado por ISO 14001, 14010, 14011, 14012 y 14013.
La ISO 14001 es considerada una de las normas medulares, pues tiene el objetivo de apoyar la aplicación de un plan de manejo ambiental en cualquier organización del sector público o privado. De hecho, para obtener la certificación de protección al medio ambiente solo se puede utilizar la ISO 14001.
La certificación, otorgada en México principalmente por agencias privadas, busca reducir el impacto en el medio ambiente de las industrias, lo cual puede redundar en diversos beneficios debido a la mejora en el empleo de los recursos (por ejemplo, la reducción de materia prima o energía en los procesos productivos o el buen tratamiento de los desechos).
Para obtenerla, los interesados deben crear un plan de manejo ambiental que incluya: objetivos y metas ambientales, políticas y procedimientos para lograr esas metas, responsabilidades definidas, actividades de capacitación del personal, documentación y un sistema para controlar cualquier cambio y avance realizado. Este también describe el proceso que debe seguirse para estar certificado y exige respetar las leyes ambientales nacionales.
Entre los beneficios obtenidos destacan: la armonización de normas, ventaja competitiva, satisfacción del consumidor, cumplimiento regulatorio y buenas relaciones públicas, ya que los clientes saben que están tratando con un negocio bien administrado en el aspecto ambiental.
Sin embargo, un estudio hecho por la FAO señala que una de las limitaciones de las ISO 14000 es que no tienen requisitos específicos, de manera que una empresa con metas muy ambiciosas y una con metas más modestas pueden ser certificadas por igual.
Asimismo, refiere que -en algunos casos- una certificación ISO 14001 solo significa que la organización ha desarrollado un plan de protección ambiental y que está cumpliendo con las leyes nacionales referentes al medio ambiente, aunque reconoce que para otros implica mucho más. Por tanto, concluye el análisis, el beneficio depende en gran medida del compromiso que asuma cada consorcio en lo individual.
Fuentes. “ISO 14000: un sistema de administración ambiental con oportunidades para contadores y otros consultores”, FAO, ISOTools.