La zona norte de la ciudad de Aguascalientes atraviesa una transformación estética a través de la limpieza de la imagen urbana por medio de la erradicación de la contaminación visual que supone la presencia de alrededor de 20 mil carteles, lonas, posters y anuncios desplegados en el mobiliario público sin ningún tipo de permiso.
La iniciativa es impulsada por Salvador Alcalá Durán, delegado de Pocitos, quien señala que en los últimos quince años la ciudad ha observado un atiborramiento desbordado de publicidad en el mobiliario urbano, con postes tapizados de anuncios de negocios de diversos giros.
“Se ha vuelto invasivo con el ciudadano (…) Nos acostumbramos a ver las calles llenas de letreros, de publicidad y de contaminación visual. Ya no distinguimos entre un lugar limpio y un lugar sucio, es increíble pero ya lo logramos. Ya forma parte del paisaje (la contaminación visual), pero realmente está mal”, explica el delegado.
El funcionario menciona que en estos días de trabajo han logrado retirar aproximadamente dos mil letreros ilegales del mobiliario público, pero estima que esta cifra apenas representa alrededor del 10% de la publicidad invasiva en la delegación.
Alcalá Durán señala que otro de los problemas es que nadie recoge la publicidad de la calle, por lo que la zona acumula más de 15 años no solamente de contaminación visual, sino ambiental en tanto las lonas y los letreros se van deteriorando y cayendo a las calles generando más basura.
“No se les autoriza [a las compañías] porque no hay ninguna autorización a ninguna empresa, sea local, extranjera o nacional, de poner publicidad en el mobiliario público. Nunca lo hemos aprobado. Entonces, el tema sí es ilegal”, mencionó.
Salvador Alcalá es optimista al señalar que espera terminar de quitar los 18 mil letreros restantes, pues los ciudadanos de la Delegación Pocitos se han sumado a la iniciativa al considerarla una muy buena medida para mejorar la estética de la zona, compartió el funcionario.
El delegado también externó que están trabajando con los negocios locales que ponen su mobiliario en el espacio público, apropiándose de banquetas y camellones que dificultan el tránsito de los transeúntes, exhortándolos a que los retiren.