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Liliana Hernández González: Tecnologías emergentes para prevenir desastres

Casi todos recorremos muchos caminos en la vida. En la mayoría de los casos, las personas no hacen que, en algún punto, esos caminos se entrelacen. Esa extraña y atrayente peculiaridad la tienen pocos. Liliana Hernández González exhibe ese don particular, pues logró unir varias aristas en una gran idea que la posiciona hoy como pionera en el mercado nacional e internacional. 

Es especialista en protección civil y en informática, y cuenta con muchos kilómetros caminados por el mundo. Sus dos proyectos actuales son Actwa, empresa que se dedica a la capacitación y consultoría en protección civil y seguridad e higiene, y Eva Vr, desarrolladora de entornos virtuales de aprendizaje con realidad virtual ligada a una universidad que se enfoca a la gestión de riesgos y desastres, protección civil y economía circular.

Hacer converger las aristas

En 1972, el fundador de Apple, Steve Jobs, no pudo continuar sus estudios por falta de recursos económicos. Esta crisis lo llevó a refugiarse en un taller de tipografía donde aprendió que en el diseño gráfico había muchos tipos de letras: unas estilizadas, muy bellas; otras mecánicas, más impersonales. 

Cuando su vida reencontró el camino de la informática, Steve supo que la diferenciación de su marca con respecto al resto de quienes desarrollaban ordenadores era esa: el aprendizaje que obtuvo gracias a una crisis. Incorporó su conocimiento de tipografía a las computadoras, tal cual los conocemos ahora. La historia de éxito de Apple ya todos la conocemos.

La historia de Liliana Hernández González nos habla de esa capacidad de reinvención y aprendizaje constante. Su formación incluye aspectos tan notables como haber sido paramédica en su natal Querétaro, haber realizado dos licenciaturas y haber tenido intervenciones en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en el G-20, algo que pocos pueden presumir.

Para llegar a ser, tienes que entrenar

La puerta de su oficina se abrió junto con una sonrisa contagiosa. Su saludo fue el de una persona con una gran seguridad. Músculo que no se usa, se atrofia, dice el dicho. Para Liliana, ejercitar su mente, entrenarse para conseguir sus objetivos, ha sido la base de su éxito. 

“Yo siempre he dicho que para que puedas llegar a ser, te tienes que entrenar. Entonces, me he entrenado desde la UVM con diplomados de liderazgo; soy certificada de John Maxwell [centro de coaching en oratoria y capacitación]”, nos comenta.

Antes de ello, estudió una licenciatura en informática, formación que fue fundamental para conjuntar esta especialidad con sus dos pasiones: la protección civil y la educación.

“Si no te entrenas todo el tiempo, te quedas atrás. Mi primera carrera, informática, hoy la estoy retomando con entrenamientos en realidad virtual, realidad aumentada, inteligencia artificial, ligado también a sistemas educativos. Estoy por terminar un posgrado en creación de nuevas metodologías de aprendizaje. Lo estoy ligando, evidentemente, a los entornos virtuales de aprendizaje con realidad virtual. Creo que ese es el futuro”, remarca.

Organizaciones civiles, gran aprendizaje

El siglo XXI fue declarado por la ONU el siglo de la mujer, aunque, fuera del discurso, el avance en espacios de toma de decisión no ha sido fácil. Mujeres como Liliana, a golpe de voluntad y de fuerza, han hecho valer este decreto. 

“Creo que yo vi las mismas oportunidades siendo mujer que quizás siendo hombre. Nunca marqué desde un inicio la diferencia. Eso creo que siempre se convirtió en oportunidad”, enfatiza.

Fue parte de la Comisión de Jóvenes de Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) a nivel nacional, para de ahí llegar a ocupar la vicepresidencia de Asuntos Internacionales: 

“En ese puesto me convocaron a la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios. Tuve un lugar en la mesa directiva, primero como secretaria de la organización que se dedica a toda la parte de emprendimiento, creación de ecosistemas y desarrollo de economía en los 17 países de Iberoamérica”.

Todo este bagaje la llevó posteriormente a ser oradora en una asamblea de las Naciones Unidas, donde habló sobre prevención de desastres y protección civil. Dicha experiencia, nos asegura, cambió su vida.

“Cuando empecé en 2008 a incubar la empresa, me preguntaron cuál era el sueño más atrevido, más imposible, más loco. Yo dije: ‘quiero estar en un espacio donde me escuche todo el mundo, donde mi voz y las ideas que tengo para aportar, para salvar vidas, sean escuchadas’”, afirma.

El sueño sembrado en 2008 se cosechó en 2021

“En diciembre del 2021, generé una acreditación a la UNDRR, que es la oficina de la reducción de riesgos y desastres de la ONU a nivel global[…] en el tema de entrenamiento y la mujer como pilar de acción de cada una de las actividades para prevenir y salvar vidas”, señala.

Comparte que sus logros fueron dos: “uno, pusimos a la mujer en un lugar estratégico, con tareas muy importantes, y dos, incluimos toda la parte de tecnologías emergentes, como la realidad virtual”. 

Gracias a ese proyecto, pudo participar en una plenaria de la ONU, un lugar de discusión con representantes de más de 47 países, una experiencia que considera fundamental en su vida:

“Hablé tres minutos en esta plenaria en Indonesia y fue escuchada la propuesta de aumentar, conforme a la Agenda 2030, el entrenamiento a toda la población en prevención de riesgos y desastres”.

La clave está en atreverse

Siempre hacia adelante, viendo la vida como un gran campo de juego, sabe que la globalización es ya inherente a todos los modelos de negocios. Liliana habla inglés y francés; todo el conocimiento acumulado la ha hecho una mujer contemporánea. Sus habilidades la han llevado a representar a México en el G20, reunión de las 20 potencias a nivel mundial, en Arabia Saudita o en Italia. 

“En estas convenciones internacionales donde ves el mundo hacia el futuro, la tecnología era una apuesta que lo aceleró. Ya sabemos que la pandemia aceleró absolutamente todo esto. Y yo llegué a hacer una experiencia de realidad virtual en Alemania[…] Cuando vi esto, dije: ‘tengo que llegar a México a revolucionar y transformar las formas de aprendizaje’. Hoy, en este momento, lo estamos aplicando en los temas de seguridad, higiene y protección civil”.

La pandemia, crisis que ayudó a crecer

Con la llegada de la pandemia en 2019, las organizaciones de prevención de desastres tuvieron un gran reto. Entonces, Liliana tuvo una participación preponderante en reuniones internacionales, al explicar los protocolos que se implementaban en México.

“Estuve en varios Zooms, donde nos preguntaban países como Venezuela, Colombia, Ecuador, República Dominicana: ¿qué están haciendo?, ¿cómo lo están haciendo?  En México fuimos muy afortunados en el tema de información. Fue muy valioso para mí, a través de la empresa, estar compartiendo los protocolos y las acciones”. 

Simuladores virtuales, esenciales para la seguridad 

Actualmente, Actwa tiene registrados 48 cursos de seguridad y protección civil. Muchos de ellos están hechos ya con simuladores de realidad virtual, lo que permite a los trabajadores practicar en ambientes controlados y sin riesgos.

“Estos tres cursos, primeros auxilios, combate contra incendios y evacuación del inmueble, son hoy, en definitiva, los más rentables. Después vienen todos los trabajos peligrosos en donde hay un índice súper importante de accidentes”.

En la actualidad, la urgencia de una cultura de prevención es palpable: “El día de hoy, un millón de personas se van a accidentar. Un millón de personas diariamente se accidentan a nivel industrial por trabajos riesgosos. Y el nivel de incapacidad es muy alto”.

Toda esta experiencia ha sido documentada en un libro, en el cual Liliana escribió el camino recorrido para llevar la tecnología digital a asuntos tan tangibles como la seguridad industrial y la protección civil para las comunidades. Está enfocado en cómo la realidad virtual está revolucionando los modelos de enseñanza y se lanzará en este diciembre de 2023.

“También en el libro hablo de cómo, como programador, con esta carga de creación tecnológica puedes crear una empresa. Lo vimos en pandemia, cuántas empresas digitales se crearon entonces y, ¿por qué no?, ellos también podrían tener estas bases para crear empresas digitales que podrían ser millonarias en el tema educativo”, comparte.

Esta gran mujer emprendedora ha logrado destacar en un ámbito, generalmente, dominado por los hombres. Liliana Gabriela Hernández González se ha convertido en un gran ejemplo queretano para el mundo.

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