Con más de 25 años de experiencia en el sector agropecuario, Lilian Ibarra Retana ha consolidado una carrera marcada por la perseverancia, el aprendizaje constante y un enfoque humanista. Actualmente, como directora general del Patronato para el Desarrollo Agropecuario de Guanajuato, lidera iniciativas que fomentan el desarrollo sostenible de la región, destacándose como una figura clave en un sector tan vital como desafiante.
Su camino profesional es una muestra de disciplina, empatía y capacidad de adaptación. A lo largo de los años, Lilian ha demostrado que el liderazgo efectivo no sólo se basa en resultados, sino también en las relaciones que construye con las personas que la rodean.
Un comienzo disruptivo en Negocios Internacionales
Lilian eligió estudiar Negocios Internacionales impulsada por su interés en los idiomas, las culturas y la negociación, un área poco explorada en su entorno familiar. Aunque sus padres —una doctora ortopedista y un arquitecto— siguieron caminos muy diferentes, su decisión marcó una ruptura positiva con las expectativas tradicionales.
Desde su juventud, Lilian demostró una habilidad innata para enfrentar retos y buscar aquello que la apasionaba. En sus palabras: “Quería hacer algo distinto dentro de mi familia. Negocios Internacionales estaba de moda, pero también me ofrecía un mundo de oportunidades que quería explorar”.
Tras graduarse, inició su carrera profesional en empresas como ConAgra Foods y Gigante Verde, donde enfrentó los desafíos de la logística y las exportaciones. Estas primeras experiencias le dejaron una lección clara: “Lo que estudias en la teoría es solo la base. El verdadero aprendizaje llega cuando aplicas esos conocimientos en el mundo real”.
El camino hacia el Patronato para el Desarrollo Agropecuario de Guanajuato
Hace más de dos décadas, Lilian encontró su vocación en el Patronato para el Desarrollo Agropecuario de Guanajuato. Su ingreso al organismo estuvo marcado por un proyecto de exportación de pepinillo holandés, donde su habilidad para negociar en un entorno bilingüe la convirtió en la candidata ideal.
Desde entonces, ha desempeñado múltiples roles en el Patronato, lo que le ha permitido entender profundamente cada área.
Esta experiencia integral le ha otorgado una perspectiva única para liderar con empatía y conocimiento práctico. “He vivido de cerca los retos de cada área, y eso me ayuda a comunicarme y trabajar mejor con mi equipo”, afirma.
Lilian asumió la dirección general hace más de ocho años. Durante su gestión, ha promovido prácticas sostenibles y ha consolidado al Patronato como un actor clave en el desarrollo agropecuario de Guanajuato.
Liderar con empatía y cercanía
Para Lilian, el liderazgo significa mantener siempre los pies en la tierra y recordar que se trabaja con personas.
“Un líder nunca debe olvidar que trata con seres humanos, no con números”, subraya.
Su enfoque está basado en la empatía, el respeto y la comunicación directa. Lilian se asegura de que todos los miembros de su equipo se sientan valorados, independientemente de su puesto. Desde el personal operativo hasta las altas esferas, fomenta un ambiente donde la colaboración y el entendimiento son fundamentales.
Además, ha aprendido la importancia de delegar y confiar en su equipo, aunque reconoce que no fue un proceso fácil.
“Al principio, pensaba que hacerlo yo misma era más rápido y eficiente, pero descubrí que delegar no sólo fortalece a mi equipo, sino que también permite que ellos crezcan profesionalmente”, comparte.
La intuición y los datos como herramientas complementarias
Uno de los rasgos distintivos de Lilian Ibarra es su capacidad para equilibrar la intuición con el análisis de datos en la toma de decisiones. Mientras confía plenamente en su instinto, también utiliza métricas y estadísticas para respaldar sus elecciones.
“Si siento una discrepancia entre lo que siento y lo que comprendo, me doy tiempo para reflexionar. No tomo decisiones apresuradas. Sé que, eventualmente, llegará la respuesta correcta”, explica. Esta combinación le permite actuar con confianza y precisión, incluso en situaciones complejas.
Disciplina, perseverancia y un legado positivo
El éxito de Lilian Ibarra se basa en tres pilares fundamentales: la perseverancia, la disciplina y el autoconocimiento. Desde los inicios de su carrera, ha demostrado una capacidad inquebrantable para superar obstáculos y alcanzar sus objetivos.
“La perseverancia me ha permitido enfrentar momentos difíciles y seguir adelante, mientras que la disciplina me ayuda a mantener el enfoque”, señala.
Además, destaca la importancia de establecer límites y prioridades claras para equilibrar su vida profesional y personal. Su habilidad para manejar el tiempo de manera efectiva es una lección para quienes creen que el éxito implica sacrificar su bienestar.
Un consejo para futuros líderes
Al reflexionar sobre su trayectoria, comparte un consejo para quienes aspiran a dejar una huella en su sector: “Disfruta lo que haces y haz historia. Sin importar el cargo que desempeñes, deja un legado positivo y duradero. Que se hable de ti por las cosas buenas que lograste y por la influencia positiva que tuviste en los demás”.
Lilian Ibarra Retana no sólo es un ejemplo de liderazgo efectivo, sino también de humanidad y compromiso con el desarrollo sostenible. Su historia nos recuerda que el éxito no se mide únicamente en resultados, sino en el impacto que dejamos en las personas y el mundo que nos rodea.