A Laura Fernanda Pacheco Gutiérrez siempre le han apasionado los negocios. Su vena emprendedora la ha llevado a embarcarse en numerosos proyectos de distintos sectores como la repostería, la bisutería y la moda; incluso también abrió su propia agencia de niñeras.
Ahora, a sus 19 años, la estudiante de Comercio y Negocios Internacionales en la Universidad Cuauhtémoc encara su proyecto más ambicioso: comercializar por México y el mundo una línea de artesanías hechas por diez mujeres oaxaqueñas radicadas en Aguascalientes.
“Los artesanos mexicanos tienen muchísimo potencial, pero lamentablemente están muy subestimados, muy desdeñados. Me sorprendió muchísimo ver a las artesanas oaxaqueñas malbaratando su producto cuando es bellísimo y requiere de mucho esfuerzo. Es injusto que siempre les queramos regatear el precio”. Por ello, Fernanda está en vísperas de abrir una marca que ofrecerá las artesanías elaboradas por estas mujeres, y así contribuir a que su trabajo sea justamente valorado y remunerado.
La marca empezará con la venta de una colección de bolsas y pulseras hechas de palma. Hasta el momento, Fernanda Pacheco ha establecido contactos para concretar puntos de venta en distintas partes de la República; pero no sólo eso, está en pláticas para exponer los productos en un restaurante-galería en Milán, Italia. Para ella, la proyección del trabajo de las artesanas oaxaqueñas no tiene límites ni fronteras.
Sobre qué fue lo que la motivó a desarrollar este proyecto, reflexiona: “El tiempo pasa muy rápido y me pregunté a mí misma cuál sería mi legado, y me di cuenta que lo que yo quería era apoyar a estas personas. Es gente que tuvo que salir de su tierra, que está en constante movimiento para buscar fuentes de ingreso, de oportunidades. Son personas que literalmente viven al día. Entonces, ¿qué nos cuesta apoyarlos?”.