De acuerdo con las valoraciones de la empresa consultora ARegional, Aguascalientes lidera el top ten de las entidades que tendrá un mayor crecimiento de Producto Interno Bruto Estatal durante este año, con un alza de 8.8 por ciento.
Lo que posiciona al estado en el primer lugar, según las estimaciones hechas por la empresa consultora ARegional.
Dentro de este top ten se encuentran por debajo Querétaro (6 por ciento), Chihuahua (5 por ciento), Michoacán (4.7 por ciento), Zacatecas (4.6 por ciento), Guanajuato (4.2 por ciento), Nuevo León (3.9 por ciento), Quintana Roo (3.7 por ciento), Puebla (3.5 por ciento) y Coahuila (3.5 por ciento).
El estudio señala que la actividad primaria que se desarrolla en la entidad presentará un alza del 2.9 por ciento, mientras que las secundarias serán de 12.6 por ciento y finalmente las terciarias serán de 5.6 por ciento.
En general, ARegional ubica al PIB Nacional con un alza de 2.7 por ciento en relación a 2014 en un escenario optimista y 2.2 por ciento en un escenario pesimista.
La empresa consultora adelantó que para el 2016 y 2017 la expectativa de crecimiento del PIB estatal crezca a tasas de 2.9 y 3.4 por ciento, respectivamente.
Se menciona que los factores que incidirían en el crecimiento que plantea ARegional son, la estabilidad en el consumo y demanda norteamericana, el dinamismo de la Inversión Extranjera Directa (IED) y el de la industria manufacturera.
Un factor que incidirá en dicho crecimiento nacional, es el dinamismo de la industria manufacturera, pues se prevé que las exportaciones crezcan a una tasa de 6.5 por ciento; la mejora de la confianza del consumidor y el impulso a las actividades relacionadas con el alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas.
En el estudio, ARegional menciona que el dinamismo económico será afectado por factores que incidirían en que el crecimiento del PIB estatal sea menor del 3 por ciento.
Los componentes son la reducción del gasto federal que impacta la inversión en infraestructura física, el lento dinamismo de la construcción debido a una menor demanda de vivienda nueva; la caída de la producción de petróleo, una pérdida de confianza del productor y afectaciones al sector agropecuario derivado de elementos climatológicos.