Por el Instituto Cultural de Aguascalientes
El 7 de junio se conmemora en México el Día de la Libertad de Expresión. Este derecho consagrado a expresarnos con libertad es fundamental en la producción artística, porque en su proyección caben todas las voces.
Mediante el arte, y la búsqueda estética de un discurso que comunique y enlace a una comunidad a través del tiempo, es que los colectivos construimos parte de nuestra identidad.
Por ello, el arte puede ser disruptivo, ya que a veces habla de temas que no suelen abordarse desde otros ámbitos. Pero también el arte puede ser consolador, balsámico en la vorágine, y decididamente estimulante.
En una frase que se le atribuye al artista gráfico urbano Banksy, se afirma que “El arte debe consolar al perturbado y perturbar al cómodo”, justamente por eso, porque el arte invoca a la totalidad de las voces colectivas.
En esta vocación polifónica del arte, y en el ejercicio del derecho a la libre expresión de las ideas, incluso en la producción artística es necesario preservar los principios de no hacer apología del delito, de no incitar a la violencia, y de no propagar discursos de odio.
Aunque el arte promueva debates y discusiones, y –a veces- pueda ser polémico, esto va sobre lo conceptual, lo técnico, y lo estético; lo demás es propaganda, y el arte sirve a fines más elevados.
Un ejemplo de esto es el monólogo con el que inicia La Comedia Sin Título, obra teatral que Federico García Lorca (quien acaba de cumplir 121 años de natalicio este pasado 5 de junio) dejó inconclusa tras ser fusilado por el naciente franquismo. Este monólogo, en síntesis, dice: «No voy a abrir el telón para alegrar al público con un juego de palabras, ni con un panorama donde se vea una casa en la que nada ocurre y a donde dirige el teatro sus luces para entretener y haceros creer que la vida es eso. Venís al teatro con el afán único de divertiros ¿Por qué hemos de ir siempre al teatro para ver lo que pasa y no lo que nos pasa? Pero ver la realidad es difícil. Y enseñarla, mucho más. Es predicar en desierto. Pero no importa».
Así, conmemoramos el Día de la Libertad de Expresión celebrando que en el arte y en la cultura caben todas las voces, y el amplio espectro de expresiones que nos representan como comunidad, que hablan de quienes somos, y que dejan testimonio de nuestro tiempo, para proyectarlo hacia el futuro.