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Letra de Catrín

Redacción: Tania García
Video producción: Alejandra Ulloa

Las letras tienen la misma importancia para un barrio que para una empresa. Una buena tipografía es igual que un buen concepto, le dan pregnancia, identidad y mayor poder al mensaje.

Octavio “Catrín” Valadez inició a hacer caligrafías justamente en el barrio, su trabajo ha viajado a casi todos los continentes y ahora busca teorizar sobre las tipografías.

Inició su carrera como letrista trabajando para empresas en Aguascalientes, Jalisco, D.F. y California, Estados Unidos; entre ellas se encuentran Insane Co., MCHC Cloth, Mastered Trax Record Label y Yoner One Cloth.

“Siempre me gustó el ambiente vago y se dan mucho las letronas y los bloques y todo eso y empecé a tener facilidad y empecé con eso de las letras. En la Universidad estudié Diseño Gráfico pero creo que no aprendí mucho de eso.

Yo siento que soy más autodidacta en esto de la tipografía y las letras porque yo tuve que meterme a lo mío que era más ambiente de barrio y de ahí yo aprendí mucho de ese business”, comenta el emprendedor.

Las redes sociales, en especial Instagram, le abrieron las puertas no solo a colaborar con otros artistas sino en marcas de ropa y empresas de lettering.

Catrín Valadez ha realizado Logos y Custom Letterings para más de 20 empresas en todo el mundo; en su experiencia, reconoce, el lettering es más valorado en el extranjero que en México.

“Sí se ha visto mi trabajo, creo que el último continente que me falta es África ya he trabajado en todos los demás”, agrega.

En el ambiente urbano, Catrín Valadez ha trabajado para las tres marcas más importantes a nivel mundial: Tribal Gear Worldwide, marca de lifestyle chicano; Seventh letter, tienda y galería, donde además de diseñar playeras, expuso a la par de artistas como Retna y Mr. Cartoon; y Sullen Art Collective, colectivo de tatuadores.

Para Catrín emprender es intentar diario hacer mejor las cosas, desde levantarse temprano hasta innovar en un diseño. Hacer tipografías no lo considera un trabajo, sino un medio de relajación.

“Cuando estoy estresado camino o hago esto, una de las dos cosas, me gusta mucho lo que hago, no se por qué me gusta tanto pero me gusta.

Empiezo así literal como un caos, puras rayas, ahora ya empiezo a trabajar con brief, veo las referencias que me mandan y cuál es la intensión de la marca. No tengo un ritual, quizás prender la música, echar un baile y ya”.

Actualmente sigue trabajando para firmas nacionales e internacionales, y continua como freelance haciendo proyectos.

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