Por Nadine Cortés, colaboradora de Líder Empresarial.
La campaña de Leslie Figueroa Treviño, candidata a diputada federal por Morena en Aguascalientes, ha captado la atención del público y de los expertos en comunicación política por su enfoque poco convencional.
Al vestirse de novia y comparar el proceso electoral con un compromiso matrimonial, Figueroa ha desafiado las normas tradicionales de las campañas políticas y ha generado un amplio debate sobre la efectividad de su estrategia persuasiva.
Desde la perspectiva de la teoría de la persuasión, la campaña de Figueroa presenta varios elementos interesantes. En primer lugar, su uso de la metáfora del matrimonio y la imagen de la novia busca evocar emociones y asociaciones positivas en los votantes.
Leslie Figueroa busca el «sí» de los votantes
Según el modelo de probabilidad de elaboración (ELM) desarrollado por Petty y Cacioppo, esta táctica se enmarca en la «ruta periférica» de la persuasión, que se basa en señales y atractivos emocionales más que en argumentos racionales.
La elección de la analogía del matrimonio no es casual. El matrimonio es una institución altamente valorada en la sociedad mexicana, asociada con valores como el amor, la lealtad y el compromiso a largo plazo. Al presentarse como una «novia» que busca el «sí» de los votantes, Figueroa intenta transferir estas asociaciones positivas a su candidatura y generar un vínculo emocional con su audiencia.
Además, la estrategia de Figueroa también se apoya en el principio de la «prueba social», que sugiere que las personas tienden a seguir el comportamiento de otros, especialmente en situaciones de incertidumbre. Al crear una narrativa de «boda colectiva» entre ella y los votantes, Figueroa busca generar un sentido de consenso y aprobación social en torno a su candidatura.
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Sin embargo, la efectividad de esta estrategia persuasiva depende en gran medida de la recepción del público. Mientras que algunos votantes pueden sentirse atraídos por la originalidad y la emocionalidad de la campaña, otros pueden percibirla como frívola, estereotipada o incluso ofensiva.
La teoría de la inoculación sugiere que los individuos que están expuestos a argumentos contrarios a sus creencias pueden desarrollar una resistencia a la persuasión. En este sentido, las críticas a la campaña de Figueroa podrían fortalecer las actitudes negativas de algunos votantes hacia su candidatura.
Otro aspecto a considerar es la credibilidad de la fuente. Según el modelo de Hovland de persuasión, la efectividad de un mensaje depende en gran medida de la confianza y la experiencia percibida del comunicador.
Si los votantes perciben a Figueroa como una candidata seria y competente, su estrategia persuasiva tendrá más probabilidades de éxito. Por el contrario, si su enfoque se percibe como un truco publicitario vacío, su credibilidad podría verse comprometida.
Leslie Figueroa y su «propuesta matrimonial»
En última instancia, el éxito de la estrategia persuasiva de Leslie Figueroa dependerá de su capacidad para conectar genuinamente con los votantes y traducir la atención generada en un apoyo real en las urnas. Si bien su enfoque innovador ha logrado captar los reflectores, la verdadera prueba será si puede convencer al electorado de que su «propuesta matrimonial» es más que un eslogan y representa un compromiso real con sus intereses y necesidades.
En un contexto político cada vez más complejo y fragmentado, la campaña de Figueroa nos recuerda que la persuasión no se trata solo de argumentos racionales, sino también de conexiones emocionales y simbólicas.
Sin embargo, como cualquier estrategia persuasiva, su efectividad dependerá de una delicada combinación de factores contextuales, psicológicos y sociales.
Solo el tiempo dirá si este «matrimonio» entre Figueroa y los votantes de Aguascalientes será un éxito duradero o simplemente un affaire pasajero en el tumultuoso mundo de la política mexicana.