Por: Alejandro Basáñez Loyola
Autor de las novelas de Ediciones B: México en Llamas; México Desgarrado; México Cristero; Tiaztlán, el Fin del Imperio Azteca; Ayatli, la rebelión chichimeca; Santa Anna y el México Perdido; Juárez ante la iglesia y el imperio y Kuntur, el Inca de Lectorum.
Leonor Cortés, hija de Tecuichpo (Isabel Moctezuma) y de Hernán Cortés, es la madre de todos los aguascalentenses y zacatecanos. Sí queridos lectores, en dichas venas corre sangre de la nieta del noveno tlatoani, Moctezuma Xocoyotzin, y del conquistador vasco Juan de Tolosa (descubridor de las minas de Zacatecas).
El emperador Moctezuma II tuvo varios hijos reconocidos dentro de la realeza azteca, una de ellas fue Tecuichpo Ixcaxochitzin o Isabel Moctezuma, quien era una niña de once años cuando la gran Tenochtitlán finalmente cayó en 1521. Ya entonces era la viuda de su tío Cuitláhuac y la esposa de Cuauhtémoc, quien murió ahorcado en 1525 en las Hibueras (Honduras).
Muertos los últimos dos tlatoanis aztecas, Hernán Cortés ofreció a Tecuichpo en matrimonio con Alonso de Grado, con quien no tuvo descendencia, al morir este en 1527. Su cuarto esposo fue Pedro Gallego de Andrade, con quien tuvo su primer hijo. Tecuichpo perdió a don Pedro en 1530, convirtiéndose en viuda por cuarta ocasión.
El quinto marido fue Juan Cano de Saavedra. Procrearon cinco hijos, entre ellos dos hijas que se volvieron monjas del convento de la Concepción en la Ciudad de México.
En el inter entre Pedro Gallego y Juan Cano, Tecuichpo tuvo una hija con don Hernán Cortés, quien no dejaba hembra sin tocar. Se llamó Leonor Cortés Moctezuma y echó raíces profundas en Zacatecas y Aguascalientes al casarse en 1550 con don Juan de Tolosa, el descubridor de las minas de plata del cerro de la Bufa en Zacatecas.
Tecuichpo, en repudio hacia Cortés, no quiso hacerse cargo de Leonor por considerarla el producto de un abuso por parte del conquistador. Don Hernán la puso bajo la tutela de Juan Gutiérrez de Altamirano, quien vigiló atento que nada le faltara a la niña hasta que alcanzó la madurez.
La Nueva España, desde su fundación en 1521, apenas se sostenía ante la constante depredación de los españoles con las encomiendas. La Nueva Galicia, territorio que comprendía desde Michoacán hasta Sinaloa y Zacatecas, sufría la rebelión chichimeca de Tenamaztle y sus hordas de caxcanes asolaban la región. Tres veces fue arrasada Guadalajara, hasta que, en 1542, por fin pudo asentarse definitivamente donde actualmente se ubica.
En este entorno de depresión económica y guerrillas, se dio el milagro del descubrimiento de las minas de plata de Zacatecas por don Juan de Tolosa, el 8 de septiembre de 1546. Dos años más tarde, el 20 de enero de 1550, se fundó Real de Minas de Nuestra Señora de los Zacatecas.
La plata zacatecana se convirtió en la financiadora de la buena vida y el sostenimiento de la monarquía española durante tres siglos, al enviarse cantidades colosales de plata a los reyes de España. El nivel de vida de los zacatecanos nada le pedía a los de la realeza de España. Juan de Tolosa, Diego de Ibarra, Baltasar Temiño y Cristóbal de Oñate se convirtieron en los hombres más ricos de la Nueva España.
En ese auge minero, Juan de Tolosa conoció a la hija de Hernán Cortes en 1550. Cautivado con la belleza mestiza de doña Leonor Cortés, se casó con en ella ese mismo año, y la hizo viajar de México a Zacatecas en compañía de su medio hermano Luis Cortés. En la ciudad minera se llevó a cabo una de las más ostentosas, hermosas y singulares bodas de la época.
Isabel Moctezuma se contentó con su hija y murió el mismo año de la boda, en 1550. Tecuichpo heredó a Leonor el 20% de la encomienda de Tacuba, lo que la convirtió en una mujer muy rica y de influencia.
Con la boda de Juan de Tolosa y Leonor Cortés inició una descendencia de vascos y aztecas que pobló la región con el correr de las décadas. Juan de Tolosa y Leonor Cortés tuvieron tres hijos: Juan de Tolosa Cortés Moctezuma, nacido en 1551 (quien se convirtió en vicario de Zacatecas), Leonor de Tolosa Cortés Moctezuma, casada con Cristóbal de Zaldívar Mendoza (otro de los vascos fundadores de Zacatecas), e Isabel de Tolosa Cortés Moctezuma, nacida en 1568 (casada con Juan de Oñate). Este esposo fue explorador y fundador de Santa Fe, Nuevo México en 1598 (reconocida como la primera colonia española estable, fundada en los Estados Unidos).
La importancia de Juan de Tolosa en Aguascalientes quedó escrita desde que recibió por disposición del rey, las tierras de Tepezalá, Cuicillo y Sierra de Ibarra. Tolosa sabía que esos territorios eran preponderantes en el camino real hacia Zacatecas. Tolosa reforzó la región con pobladores y guarniciones militares para evitar el azote de las hordas chichimecas.
Como consecuencia del boom minero, esta región en particular empezó a poblarse; Tepezalá, junto con Ciénega Grande y el Cuicillo, fueron las primeras poblaciones fundadas dentro del actual territorio del estado de Aguascalientes.
Se considera que Juan de Tolosa fundó Tepezalá, lo que podría considerarse como la primera Aguascalientes en 1546. El punto era un sitio estratégico de doble utilidad: servía como productor de minerales y como centro de refugio para los viajeros hacia Zacatecas.
Tepezalá no prosperó como productor de minerales debido al ataque chichimeca que asoló la región. En 1550, a dos años de la fundación de Zacatecas, los chichimecas iniciaron otra guerra que duró hasta 1590. En el sorpresivo asalto, mataron a los tarascos y españoles que dirigían las recuas de Cristóbal de Oñate y Diego de Ibarra. La masacre alertó a los mineros para que se reforzara más la vigilancia del camino real y se construyeran más fortines de defensa entre Lagos de Moreno y Zacatecas.
La importancia de Juan de Tolosa y Leonor Cortés en los orígenes de Aguascalientes y Zacatecas fue determinante para prolongar la estirpe azteca y vasca en la región. Que no sea sorpresa para nadie que entre las familias de los hidrocálidos y zacatecanos corre sangre de tlatoani y conquistador.
Juan de Tolosa, descubridor de las minas de plata de Zacatecas y promotor de la fundación de Aguascalientes en 1546, como punto intermedio entre Santa María de los Lagos y Zacatecas, fue determinante en el nacimiento de la actual ciudad de Aguascalientes.