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Lecciones básicas de economía para nuevos gobiernos y la gran aportación para el ecosistema emprendedor derivado de ellas

Antonio Martín del Campo/Director Regional de Endeavor Centro-Norte

Con la colaboración de Alejandra Miranda y Mariana del Valle

Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de la ONU, “la provisión eficiente de los servicios de infraestructura es uno de los aspectos más importantes de las políticas de desarrollo, especialmente en aquellos países que han orientado su crecimiento hacia el exterior.

Para la mayoría de los economistas, la ausencia de una infraestructura adecuada, así como la provisión ineficiente de servicios de infraestructura, constituyen obstáculos de primer orden para la implementación eficaz de políticas de desarrollo y la obtención de tasas de crecimiento económico que superen los promedios internacionales.

Por diversas razones, los países requieren ampliar y modernizar su infraestructura básica de acuerdo con estándares tecnológicos internacionales, lograr niveles máximos de cobertura del territorio nacional y satisfacer con eficacia las necesidades de servicios de infraestructura de los agentes económicos y las personas.

Por otra parte, la adecuada disponibilidad de obras de infraestructura, así como la prestación eficiente de servicios conexos, contribuyen a que un país o región pueda desarrollar ventajas competitivas y alcanzar un mayor grado de especialización productiva” (Desarrollo de infraestructura y crecimiento económico: revisión conceptual en http://www.cepal.org/es/publicaciones/6441-desarrollo-de-infraestructura-y-crecimiento-economico-revision-conceptual).

Al atender los principios básicos anteriormente enunciados con el fin de aumentar la productividad global de nuestra economía, el gobierno saliente, encabezado por Carlos Lozano de la Torre, cambió mi vida y la de muchas otras personas, principalmente la de emprendedores que todos los días hacemos negocios en Aguascalientes.

Al gobernador en funciones le agradeceré siempre que, gracias a las inversiones en el tercer anillo poniente (tan solo 13 kilómetros que se tardaron no sé cuántos sexenios en terminar), se pudo ahorrar, en promedio, 20 horas a la semana u 80 horas al mes en el transporte de mercancías. Si hacemos una contabilización anual, antes de que esta obra fuera terminada, se desperdiciaban 40 días al año en el traslado de productos o servicios.

Este tipo de acciones son las que esperamos de nuestros gobernantes. Acciones que nos den la oportunidad de utilizar eficientemente el tiempo, en lugar de desperdiciarlo en una ciudad obsoleta vialmente. Ahora, esas horas se invierten en la generación de riqueza para cientos de hidrocálidos.

Próximamente celebraremos elecciones para elegir una nueva administración estatal y espero con ansias los planes económicos de los candidatos. Me gustaría que ellos plantearan premisas económicas básicas para el desarrollo de nuestra entidad y continuáramos apoyando el músculo exportador con programas enfocados no solo a atraer la inversión, sino también a insertar a los empresarios locales dentro de la cadena de suministros de las compañías avecindadas en la región.

Aguascalientes carece ya de rutas rápidas que nos permitan hacer eficiente el traslado de bienes y servicios, ya no digamos de personas. Por esta razón, y a falta de un proyecto de movilidad integral (no solo estudios y buenas intenciones), es de gran interés para todos los hidrocálidos salvaguardar el tránsito en tercer anillo.

Hoy, esta vía es una respuesta tardía, pero al fin respuesta, que corre gran peligro de ser olvidada por futuros gobiernos, los cuales no harán las inversiones justas para mantenerla transitable y fluida. De ser así, en poco tiempo emergerán nuevos fraccionamientos que entorpecerán su vialidad y si no se planean desde ahora pasos a desnivel, se terminará por bloquear la única ruta de escape de la ciudad.

Las lecciones de economía básica exigen a los gobernantes invertir los recursos públicos en elementos generadores de valor económico para la entidad y no en programas clientelares o populistas. Es momento de ponernos serios y señalar las políticas públicas simplonas que solo son una simple caricatura de apoyos de décadas pasadas.

Si nuestras próximas autoridades estatales en verdad quieren apoyar a los emprendedores, no deben hacerlo por la cantidad, sino por la calidad de sus negocios. También, tienen que regresar a las misiones comerciales internacionales y dejar de gastar en eventos que solo sirven para tomar la foto del recuerdo.

Además, les agradeceremos la reducción de dependencias estatales y la no invención de programas para atender los asuntos económicos de Aguascalientes con más burocracia, la cual generalmente ni los entiende.

Por lo pronto, gracias una vez más a la actual administración por regalar más horas productivas a nuestras empresas. Esperamos que los que vienen dejen de vernos como ciudad de carretas y generen la infraestructura que necesitamos para los próximos 20 años.

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