Hasta cierto punto, fundar una empresa pudiera ser considerado fácil, pero lograr su permanencia en el transcurrir de los años implica un desafío mayúsculo -sobre todo si en su nacimiento estuvieron involucrados varios familiares-.
En el estudio “Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía”, realizado por el IPADE Business-School, se establece que los procesos de sucesión entre generaciones son el mayor reto que enfrentan las organizaciones familiares; en especial, en el traspaso de la primera a la segunda generación, aunque también de la segunda a la tercera.
De igual modo, en la “Encuesta de Empresas Familiares 2021: Capítulo México”, elaborada por PWC, se advierte que en nuestro país sólo en una de cada tres empresas familiares (35%) trabajan miembros de la próxima generación. En contraparte, seis de cada diez participantes señaló que ningún familiar de las nuevas generaciones trabaja en su empresa.
En ocasión de la celebración del Día del Padre, Líder Empresarial presenta tres casos en los que se ha logrado una sucesión sobresaliente.
Las Sevillanas: confitería para diversas generaciones
En 1967, Las Sevillanas iniciaron con la venta de confitería, principalmente fabricando dulces de leche de cabra -típicos y tradicionales de México-. Hacia la década de los 90, comenzaron a producir otro tipo de alimentos (tales como el queso y los cárnicos), así como a distribuirlos en tiendas de autoservicio y espacios propios de la marca.
En la organización, han colaborado cerca de tres generaciones, entre socios y directivos. José Ascención Medellín Martínez, su fundador, fungió como director en el período de 1960 a 1985, -y hasta 1997 como presidente del Consejo de Administración-. Posteriormente, se integró María del Rosario Medellín Varela como directora general de 1985 a 2012, y de 1998 a 2012 también como presidenta del Consejo.
Han seguido el legado: Virginia Dolores Medellín Varela, directora general de 2013 a la fecha; Antonio Medellín Varela, presidente del Consejo de Administración de 2013 a 2020, y finalmente, Gabriel Medellín Varela, actual presidenta del Consejo de Administración.
Relatan que la sucesión de la dirección se ha dado por causas fortuitas y sin haberla planeado. No obstante, recientemente han trabajado en un plan de sucesión, tanto para la dirección como para otros puestos clave.
“Ahora forman parte miembros familiares y no familiares, atrayendo también talento humano con mucha experiencia en el sector”, indican.
Crear metas en conjunto es una estrategia para tener éxito
Los familiares expresan que una manera de evitar conflictos y preservar las relaciones afectivas (sin dañar la productividad de la empresa) es tener claro que, como empleados, tienen obligaciones y condiciones iguales que las de cualquier otro colaborador -así como la responsabilidad de participar activamente para obtener beneficios para la compañía-.
“Hasta el día de hoy seguimos siendo una familia empresaria unida e interesada en hacer crecer el legado familiar”, expresan.
Las Sevillanas apuestan por el rol de las mujeres tanto en puestos directivos como productivos (cerca del 60% del equipo son mujeres). De tal forma, contribuyen a la disminución de la brecha de género que atraviesan las empresas, particularmente en México.
Finalmente, con el objetivo de expandir su mercado, han apostado por la diversificación de sus productos. Con ello, dan soluciones para el consumo del hogar, restaurantes, hoteles y comedores industriales. Así también, han implementado un área de Desarrollo e Innovación para acrecentar su oferta e incursionar en nuevos canales de distribución (metas que pretenden alcanzar en los próximos cinco años).
“Vamos poco a poco creciendo en otros países de América, principalmente en Estados Unidos. En algunos años podremos dar el brinco a otros continentes”, concluyen.