Por Enrique Cordero, socio de Impuestos de Deloitte
México es un país en donde las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) viven una realidad compleja. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la esperanza de vida promedio de una empresa recién creada es de siete a ocho años; en gran parte, esto tiene que ver con que muy pocas PyMEs tienen la capacidad operativa para efectuar negocios e incursionar en el mercado de exportación exitosamente.
Pero en la región Bajío la situación cambia. Las PyMEs de los estados que conforman esta zona cuentan con grandes probabilidades para incursionar y/o consolidar su presencia en el exterior, debido a que es precisamente en esta región donde, en los últimos años, se ha incrementado la Inversión Extranjera Directa (IED), principalmente en el sector automotriz.
Por esta razón, es importante que conozcan cuáles son, desde un punto de vista de negocios y de ambiente regulatorio, las principales áreas de oportunidad que deben identificar y los riesgos inherentes a su nicho de mercado:
El primer tema es la adopción de tecnologías de vanguardia –como lo es un sistema de cómputo para la planeación de recursos empresariales- y prácticas corporativas sanas que les ayuden a administrar oportuna y eficientemente la información que genera su operación. Estas herramientas pueden contribuir a la correcta toma de decisiones, así como a la identificación de las brechas que deben cerrar para la manufactura de productos rentables y de alta de calidad de exportación.
Lo importante es que nos ayude a minimizar costos, optimizar operaciones, mejorar el control de inventarios, dar seguimiento oportuno a la cobranza, cumplir con los estándares de calidad, generar información confiable y mejorar la lectura de los estados financieros.
Por lo que respecta al segundo tema, recomendamos que las PyMEs inviertan recursos en la obtención de certificaciones, tanto operativas (ISO) como regulatorias -fiscales (certificaciones en materia de comercio exterior, programas IMMEX, certificaciones en IVA, entre otras), debido a que una empresa que cuenta con certificaciones probadas es confiable, pues posee muy buenas tarjetas de presentación para ser contratada por las grandes empresas de capital extranjero, incrementando su cartera de clientes correspondiente.
También hemos identificado que es muy importante capacitar al personal de la empresa o asesorarlo oportunamente en relación con los aspectos regulatorios en materia fiscal y de comercio exterior que apliquen a la operación de negocios. De lo contrario, se podrían cometer omisiones o errores significativos que podrían generar costos excesivos. Por ello, en Deloitte siempre hemos considerado invertir en capacitación, pues es la mejor herramienta para potenciar las capacidades de cualquier empresa.
Aunado a lo anterior, es muy importante que las PyMEs cuenten con fuentes de información confiables para la toma de decisiones y para la comprensión de aspectos de mercado. Esto se refiere a las variables externas que impactan directamente en su operación, como la proyección de precio del petróleo, el valor del acero y los requisitos, para que no se encarezca el precio de sus productos con la imposición de aranceles.
La evolución de las negociaciones de distintos tratados en los que México está en proceso, puede generar beneficios o costos adicionales a las ventas de exportación. De ahí la importancia de contar con información actualizada del marco macroeconómico.
Ahora bien, uno de los principales retos que enfrentan las PyMEs es la obtención de un financiamiento planificado que les permita conseguir recursos económicos adicionales para aplicarlos directamente en su operación. En este sentido, recomendamos que también se asesoren para identificar qué instrumentos existen en el sector privado y en el gobierno, considerando que la calidad de la información operativa y financiera es un factor clave para definir si se autoriza un esquema de financiamiento, tomando en cuenta el costo financiero (intereses), garantías aplicables y duración del crédito.