En los últimos años, el porcentaje de mujeres profesionistas en México ha incrementado de forma considerable. Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), las mujeres representan el 53.4 por ciento de los profesionales graduados en alguna licenciatura a nivel nacional. Además, ocupan el 46.2 por ciento respecto al número de graduados en el país en carreras relacionadas a ciencias, matemáticas e informática.
Sin embargo, esta cifra contrasta con las oportunidades laborales que tienen, ya que tan solo el 45 por ciento de las mujeres mexicanas en edad de trabajar están empleadas, porcentaje que se aleja bastante del 78.5 por ciento de hombres que tienen empleo en el país. Pero lo más preocupante es que en casi veinte años, la participación femenina en la fuerza laboral mexicana solo ha crecido tres puntos porcentuales, pasando del 36 por ciento en el 2000 al 39 por ciento en 2018.
A nivel local existe un contexto bastante similar respecto al contraste entre preparación académica y las oportunidades laborales de las mujeres. Tanto en educación media superior como en la profesional, el género femenino es dominante en número, con una media de 31,044 y 27,477 estudiantes, respectivamente, contra los 30,257 y 27,443 estudiantes correspondientes a los varones.
No obstante, la brecha salarial entre hombres y mujeres en Aguascalientes es aún más alta que la nacional. En promedio, una mujer hidrocálida gana menos de 5,000 pesos al mes (4,977 pesos, según INEGI), mientras que el salario mensual aproximado de un hombre aguascalentense es de 6,365 pesos, una diferencia de alrededor del 30 por ciento.
Para la OCDE, las brechas de género tienden a aumentar durante los años de formación de la familia, señalando que “la maternidad tiene efectos negativos sobre la participación de la mujer en la fuerza de trabajo, su remuneración y su progresión profesional”. ¿Qué piensan las profesionistas hidrocálidas sobre esto? En entrevista con Líder Empresarial, Conchita Miranda (Miraplástek), Lupitina Piña (VitroHogar) y Estrella González (Habitania) exponen su postura al respecto.
Aguascalientes, con fuerte recorrido laboral femenino
Concepción Miranda, directora de Miraplástek y presidenta de la Association of Rotational Molders (organismo en el cual es la única mujer), refiere que la trayectoria femenina en el campo laboral hidrocálido comenzó desde hace varios años, y se dio a través del sector textil: “En Aguascalientes vamos un poco más avanzados respecto a las mujeres que trabajan. El sector textil fue una fuente de empleo muy importante para las mujeres hace algunos años”.
Esta industria tuvo su mayor auge durante el periodo de 1970 a 1978, aunque surgió desde la década de los 40. Por ende, la participación femenina en la fuerza de trabajo del estado habría comenzado desde hace más de 70 años.
Lupitina Piña, directora de VitroHogar, pudo conocer esa revolución en el contexto laboral de Aguascalientes, gracias a quien califica como su mayor inspiración: su madre. “Desde hace más de 35 años, mi mamá formó VitroHogar en un mundo aún más complicado que el de hoy para las mujeres que quieren trabajar. Ahora ella me motiva: si con tantas limitantes pudo fincar un sueño como este, yo puedo seguir haciéndolo”.
Por su parte, Estrella González, directora de Habitania, refiere que la familia le ha permitido encontrar un valor agregado a su desarrollo profesional, ya que además de ser su prioridad en la vida, le ha dado gran soporte en sus proyectos: “Tuve el privilegio de trabajar en conjunto con mi esposo y empezar un negocio con él. Ahora también involucro a mis hijas y es increíble cómo nos complementamos. Somos un buen equipo…”.
Educación: La clave para disolver esquemas de género
Aunque reconocen que las oportunidades laborales para las mujeres han aumentado en los últimos años, las empresarias hidrocálidas coinciden en que aún hay mucho por hacer, principalmente en la educación. Conchita Miranda comenta que las familias mexicanas se habían acostumbrado a repartir las actividades del hogar de forma desigual, pero el cambio cultural ha permitido que este tipo de brechas de género se disuelvan con el paso del tiempo.
Para la OCDE, la participación de los padres en la prestación de cuidados del hogar también es crucial para garantizar que las madres puedan permanecer y progresar en sus trabajos remunerados. Por ello, considera que una nación debe de implementar licencias de paternidad de por lo menos ocho semanas, las cuales brinden una mayor flexibilidad a los padres que trabajan.
Sin embargo, México está muy por debajo de esta medida. Desde 2017, la Reforma Laboral del país estableció que la licencia de paternidad brindaría solamente cinco días libres con goce de sueldo a los trabajadores, otro elemento que ha incrementado las brechas de género en el ámbito laboral.
Para Estrella González, todavía hay un largo camino por recorrer en cuanto a educación, sobre todo en hacer entender a las mujeres que hay un mundo de posibilidades y oportunidades para ellas: “Cada vez avanzamos más. Ahora veo muchas más mujeres jóvenes que quieren seguir trabajando y que no han puesto al matrimonio como un freno para seguir emprendiendo; pero sobre todo veo más igualdad en condiciones y oportunidades”.
En el campo empresarial, Lupitina Piña menciona que se debe de apostar por modelos internacionales que impulsen una planeación oportuna para las mujeres: “La mayoría de las trabajadoras son mamás, por lo que debemos permitir que algunas de ellas puedan colaborar desde su casa, en horarios más flexibles y con la libertad de atender otras necesidades que se les presentan”.