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Empresas que apuestan por la libertad y los resultados de sus colaboradores

Las organizaciones modernas basadas en esquemas de resultados, y no en el control del personal, han derribado un paradigma laboral muy arraigado en la forma de gestionar el talento. Su apuesta por la libertad, algo que parecía utópico en este ámbito, las ha llevado al éxito.

Gracias al liderazgo transformacional, empresas como FAVI, en Francia; SOL, en Finlandia; o Gore, en EUA, han logrado un alto impacto tanto en sus ingresos como en la satisfacción y el engagement de sus trabajadores.

El secreto del éxito

Las claves de este sistema, descritas en el libro Freedom Inc. y que están orientadas a la construcción de ecosistemas de trabajo en los cuales los líderes desarrollan a sus empleados y les otorgan libertad con el fin de obtener mejores rendimientos, han sido aplicadas por compañías de distintos sectores, tamaños y partes del mundo.

Los resultados derivados de la investigación de algunas docenas de organizaciones muestran cómo esta iniciativa de crear ambientes sin ningún tipo de control sobre los colaboradores, pueden tener éxito cuando los mandos altos adoptan un estilo radicalmente transformacional, basado en la libertad de acción.

Los CEO han probado que la libertad es el camino más seguro para lograr utilidades, innovación y crecimiento.

Nuevas prácticas

Este cambio de paradigmas se encuentra resumido en las siguientes prácticas:

  1. Parar de hablar y comenzar a escuchar.
  2. Compartir la visión de la compañía amplia y activamente, para que el personal se adueñe de ella.
  3. Dejar de tratar de motivar a los colaboradores. En su lugar, crear un ambiente que les permita crecer, autodirigirse y motivarse a sí mismos. Si comprenden la visión, se ocuparán de ella, siempre y cuando se les permita hacerlo.
  4. Permanecer alerta. Para construir buenos entornos laborales se requiere de trabajadores que fomenten la cultura organizacional.

La trillada frase “Nuestro personal es el recurso más importante” cobra sentido en esta forma de gestionar el talento, pues los empleados son quienes deciden qué hacer y no esperan las instrucciones para hacer lo que les digan. Además, los niveles jerárquicos se diluyen al empoderar a los equipos de trabajo para que alcancen objetivos y resuelvan problemas.

La calidad total

Esto me hace recordar el concepto de ‘calidad total’, el cual surgió en los años ochenta y era definido como los esfuerzos realizados por toda la empresa para mejorar continuamente y así, ofrecer productos de alta calidad a los clientes.

De esta manera, se formaban círculos de calidad, los cuales utilizaban las herramientas y técnicas de control de calidad para analizar y enfrentar distintas problemáticas. Las mejoras provenían de todos los colaboradores, quienes se involucraban en la toma de decisiones.

La trillada frase “Nuestro personal es el recurso más importante” cobra sentido en esta forma de gestionar el talento.

Esto se ha ido transformando con la norma ISO, Lean Manufacturing, Six Sigma, entre otras; sin embargo, algo queda claro con el liderazgo transformacional: cuando los empleados están informados y tienen libertad para actuar en un ambiente de confianza, se comprometen y cumplen sus objetivos.

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