Con el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril, el Vaticano se prepara para el Cónclave. La constitución apostólica Universi Dominici Gregis, estipula que, iniciará entre 15 y 20 días después de que la sede apostólica quede vacante, lo que fija como fecha límite el 11 de mayo.
De acuerdo con el Anuario Pontificio y el Anuario Estadístico de la Iglesia, en el mundo existen 1,300 millones de católicos, que enfrentan un proceso crucial con repercusiones diplomáticas y geoestratégicas, dada la presencia de la Santa Sede como actor en foros multilaterales.
Un Colegio Cardenalicio globalizado
Conforme a la constitución, el cónclave contará con 135 cardenales electores, es decir, aquellos menores de 80 años con derecho a voto. Según la agencia de noticias del Papa y el Vaticano, de ese total, aproximadamente el 80% fueron nombrados por el Papa Francisco, lo que refleja un cambio de enfoque hacia regiones tradicionalmente menos representadas, como África, Asia y América Latina.
México: Voz activa en el futuro de la Iglesia
De acuerdo con información de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el país tendrá representación en el cónclave por dos cardenales: Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas. Ambos fueron nombrados cardenales por Francisco e integrantes del bloque latinoamericano, que representa aproximadamente el 18% de los electores.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, hay un total de 97 millones 864 mil 024 católicos y católicas.
El proceso: secreto, aislamiento y consenso
De conformidad con la información oficial del Vaticano, el cónclave se desarrollará en la Capilla Sixtina bajo condiciones de aislamiento total. Los cardenales se alojarán en la Domus Sanctae Marthae y se mantendrán incomunicados durante el proceso. La elección requiere una mayoría calificada de dos tercios (90 votos), y se anunciará mediante la tradicional fumata blanca.
Un liderazgo con impacto más allá de la fe
El Observatorio Permanente de la Misión de la Santa Sede en las Naciones Unidas, revela que, el Vaticano, mantiene relaciones diplomáticas con 184 países y es observador permanente ante la ONU. Además, administra más de 200,000 instituciones educativas, hospitales y organizaciones de asistencia humanitaria a nivel global.