Por: Francisco Martínez Domene, CEO The Adecco Group Mexico
El país enfrenta una de las crisis más complejas en su historia. La pandemia provocó un giro que, para muchos, no ha sido positivo. Empresas de todos los sectores y tamaños han tenido que reestructurar y hacer recortes para poder salvar sus negocios.
Ante este panorama, el sector de capital humano suma esfuerzos para enfrentar al desempleo. Hacia diciembre de 2020, se tenían registradas cerca de 4 millones 600 mil personas empleadas por subcontratación en México, una cifra que habla del potencial de empleabilidad que ofrecemos. El desempleo sigue siendo un reto en el país, por lo que el sector de capital humano, hoy más que nunca, debe ser un aliado para combatir la tasa de desocupación laboral.
Respeto a los derechos laborales
El año pasado, el actual gobierno expresó su inquietud sobre algunas empresas que, bajo el nombre de subcontratación, realizan prácticas ilegales: ocasionan abusos laborales, al afectar los derechos de los trabajadores, y fiscales, dañando las finanzas públicas (al propiciar la evasión de impuestos). El gobierno ha decidido tomar cartas en el asunto, y estamos totalmente de acuerdo.
Los derechos laborales de un trabajador son la piedra angular que da soporte y seguridad tanto a empresas como a empleados: solidifican las relaciones de trabajo, proveen certidumbre y permiten la creación de ambientes profesionales sanos. Aquellas empresas que no cumplan con las normas y con la ley deben enfrentar las consecuencias.
Te puede interesar…
Somos un aliado para México
La subcontratación a través de agencias profesionales es una práctica universal y legítima, apegada a las Leyes Laborales de cada nación. En el caso de México, genera beneficios tanto para las empresas como para los trabajadores, estimula la inversión y promueve el crecimiento económico.
México sin subcontratación se vería afectado negativamente. De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), cerca de 10% de los empleos actuales por subcontratación se perderían, es decir, alrededor de 460 mil puestos. 60% pasaría a esquemas sin seguridad social tipo honorarios, lo que implica cerca de 2 millones 760 mil empleos.
En total, 3 millones 220 mil empleos podrían dejar de tener seguridad social y otras prestaciones.
Las empresas más afectadas serían las PyMEs. Por su modelo de negocio, tener un área de reclutamiento es muy costoso. Resulta más rentable acudir a empresas que gestionen sus procesos de reclutamiento, selección y contratación, sobre todo para las necesidades temporales que puedan tener: por ejemplo, contratación de un volumen importante de personas para días o semanas, como en una campaña comercial o por solicitud específica de un cliente.
Además, las compañías dedicadas a la subcontratación contamos con una base sólida de profesionistas de todas las disciplinas. Podemos integrar talento especializado de manera casi inmediata, ya que contamos con procesos estandarizados para encontrar perfiles afines en múltiples áreas.
Con los derechos de los trabajadores como prioridad, estas ventajas ayudan a incrementar la productividad de las empresas, al reducir tiempos y costos de gestión, en concordancia siempre con las leyes fiscales.
Por ello, somos un aliado para la empleabilidad en el país. Proponemos no eliminar la subcontratación: se debe regular adecuadamente el Trabajo Temporal y los Servicios Especializados para todas las áreas de la empresa; crear un Registro formal, altamente fiscalizado por la autoridad laboral, que pueda ser operado como Empresa de Trabajo Temporal y Empresa de Servicios Especializados (siempre que certifiquen sus operaciones conforme a la Ley).