Escrito por Manuel González Ramírez, Cronista de Zacatecas
A inicios del próximo ciclo escolar estaremos conmemorando el 195 aniversario de la creación legal de la primera Escuela Normal del Estado de Zacatecas y una de las primeras del continente americano. Como siempre, estos acontecimientos remiten a tiempos pretéritos. Atrasamos el reloj y viajamos en el tiempo unos 200 años.
El reclamo de la independencia de los pueblos americanos y su proceso para erigirse como estados nacionales, no sólo lo constituyó la demanda de transformaciones políticas, sociales y económicas; sino la imperiosa necesidad de fortalecer ese proceso a través de la educación: “El ejercicio de la libertad precisa de un basamento insustituible: la difusión del alfabeto. El deslinde entre la ignorancia y el saber requiere de la instrucción como un derecho general de los individuos. Derecho fundamental para el advenimiento de una convivencia democrática y una plena integración social”.
En ese contexto, tras haberse logrado la Independencia de México, inició otro movimiento histórico y social que comenzó a transformar un país que nació a la soberanía: el normalismo.
La primera de México abrió sus puertas en 1823 pero al poco tiempo cerraría a falta de estudiantes. Un año después, el 30 de diciembre de 1824, fue creada la Escuela Normal de Enseñanza Mutua de Oaxaca por decreto del Congreso Constituyente de esa entidad. Casi dos meses más tarde, la legislatura local de Zacatecas crea la primera Escuela Normal. En 1828, una escuela similar abre sus puertas en la vecina, hermana y liberal Ciudad de Guadalajara.
La Constitución Política del Estado de Zacatecas de 1825 y la Escuela Normal surgieron en el seno del Congreso local. Nuestra primera Carta Magna de Zacatecas fue sancionada y decretada el 17 de enero de 1825; y para ponerla en vigor solo faltaba su publicación, y en plenos preparativos para el acto solemne de promulgación, llegó al Congreso de la entidad la propuesta de crear una Escuela Normal de Enseñanza Mutua. Los promotores de su creación fueron miembros del Ayuntamiento capitalino y de la Sociedad Patriótica de Amigos del País en Zacatecas.
La Legislatura aceptó la propuesta y al establecer el día 3 de abril como fecha de la promulgación de la Carta Magna, decretando que: “para perpetuar la memoria de tan faustos acontecimientos, y que haciéndose indeleble en los pueblos, no pierdan el amor a nuestras instituciones, se establecerá desde ese día en la capital una Escuela de Enseñanza Mutua, con la denominación de Escuela de la Constitución”. Este decreto fue publicado el día 12 de marzo de 1825, fecha de creación legal de la primera Escuela Normal del Estado de Zacatecas. Sin embargo, debido a la falta de un local apropiado, su establecimiento y apertura se pospuso hasta el 17 de septiembre de 1825, en el antiguo y faustuoso edificio conocido como Casa de la Condesa.
Y fue hasta el 18 de marzo de 1875 cuando el Congreso del Estado dispuso el establecimiento de dos escuelas normales en esta capital, una para cada sexo. La de los varones estaba ubicada en la Calle de los Gallos (hoy, Lancaster). Y la de señoritas, en la antigua fábrica o alhóndiga de la ciudad (hoy, Casa Municipal de Cultura). El 30 de diciembre de 1905 se fusionaron en una sola escuela normal mixta.
Luego, en el fragor y la inestabilidad generados por la Revolución Mexicana y sobre todo, en la batalla de Zacatecas del 23 de junio de 1914, encontramos a una mujer como directora de la escuela normal, la maestra Beatriz González Ortega, originaria del Teúl de González Ortega, Zacatecas. En 1926 y los cinco años posteriores esta institución fue dirigida por el maestro Salvador Vidal, nacido en el municipio de Tepetongo, Zacatecas. Exactamente dos décadas más tarde, en 1946, en esta misma escuela se estaría titulando como maestro normalista don Roberto Ramos Dávila, oriundo de esta Bizarra Capital de nuestro estado, recinto a donde más tarde regresaría como catedrático de Historia. En ese mismo año (1946) se estaban celebrando los 400 años de la ciudad de Zacatecas, y justo el día 17 de septiembre, se colocó la primera piedra del actual edificio de la Escuela Normal que fue inaugurado el 18 de septiembre de 1950 con el nombre de Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”.
Por los abundantes y trascendentes frutos que ha dado a la sociedad esta institución a lo largo de casi dos siglos, tuvieron lugar dos grandes y merecidos homenajes que enorgullecen pero también comprometen. El 17 de septiembre de 2019, el nombre de esta muy respetable y generosa institución fue inscrito con letras doradas en el muro de honor del Congreso del Estado. Y el 16 de octubre de 2012, ese mismo Poder Legislativo tuvo a bien declarar Benemérita a esta Escuela Normal.