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La polémica del maíz transgénico

Monsanto, una de las más grandes compañías de semillas y agroquímicos del mundo, espera duplicar sus ventas en México en los próximos cinco años; pero parte de esa meta depende de si el maíz genéticamente modificado tiene futuro en el país.

México está en medio de un fuerte debate sobre si dar luz verde o no a la siembra comercial de maíz genéticamente modificado, acción por la que Monsanto tiene diecinueve solicitudes en espera de aprobación.

La empresa, como otras del ramo agrobiotecnológico, quiere que se abra el uso de este tipo de tecnología en el campo mexicano. De hecho, asegura que los productores la desean para elevar el rendimiento de sus cosechas.

«Nuestra intención es poder doblar el negocio de aquí al 2020», dijo en entrevista Eduardo Pérez, director de Asuntos Regulatorios para Latinoamérica Norte de la firma con sede en Estados Unidos. «Lo que puede ayudar a que la agricultura en general crezca es que exista mayor tecnificación en el cultivo de maíz», añadió.

Monsanto espera mantener en 2016 el nivel de inversión promedio de 20 millones de dólares que ha registrado en los últimos cinco años en el país, lo cual destina a investigación y plantas procesadoras de semillas.

Pérez dijo que la inversión podría crecer en los próximos años si se permite finalmente la siembra comercial de maíz transgénico.

«Lo interesante sería cuando hubiera posibilidades de accesar o de incorporar otras tecnologías, podríamos llegar a duplicar la inversión. En la medida en que se puedan incorporar nuevas tecnologías, en este caso estamos hablando de maíz genéticamente modificado o agricultura de precisión o algunas otras innovaciones tecnológicas, seguramente va a requerir inversión adicional», agregó.

La firma, cuyas ventas globales fueron de 15,000 millones de dólares en su año fiscal 2015, capta 70 por ciento de sus ingresos en México por la venta de semilla de maíz mejorada tecnológicamente, 10 por ciento por concepto de herbicidas y el restante 20 por ciento de semillas de hortalizas, algodón, sorgo y soja.

Los ingresos en territorio mexicano sumaron 400 millones de dólares en el año fiscal 2015 y para el siguiente año fiscal, la compañía espera mantener un ritmo de ingresos semejante.

Fuente: El Financiero

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