La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado recientemente al talco como «probablemente cancerígeno» para los seres humanos, según un informe del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIRC/IARC) publicado en The Lancet Oncology.
Esta decisión se basa en una evaluación exhaustiva que combina pruebas limitadas en humanos, evidencia suficiente en animales de laboratorio, y estudios mecanicistas que indican características carcinogénicas en células humanas.
Evidencia y clasificación
El talco, un mineral natural ampliamente utilizado en cosméticos y polvos corporales, ha sido objeto de estudios que sugieren un aumento en el riesgo de cáncer de ovario, especialmente en mujeres que utilizan productos que contienen talco en áreas genitales y perineales.
Aunque la evaluación se centró en talco libre de amianto, la posible contaminación con este material cancerígeno en estudios humanos no pudo ser excluida completamente.
Contexto y controversia
Desde la década de 1970, se ha planteado preocupación sobre la contaminación del talco con amianto, un mineral asociado con múltiples formas de cáncer.
A pesar de medidas para controlar esta contaminación, estudios continúan sugiriendo un aumento en la incidencia de cáncer de ovario entre las usuarias regulares de talco. Sin embargo, la evidencia científica aún no es concluyente en todos los casos.
Implicaciones y conclusiones
A raíz de estas preocupaciones, la farmacéutica Johnson & Johnson enfrentó recientemente litigios en Estados Unidos relacionados con supuestos vínculos entre el uso de talco y ciertos cánceres.
Aunque algunos estudios han encontrado asociaciones estadísticas significativas, otros no han logrado establecer un vínculo directo entre el uso de talco y el riesgo de cáncer de ovario.
Mientras la OMS clasifica al talco como «probablemente cancerígeno» para los humanos, la comunidad científica continúa evaluando los riesgos asociados con su uso.
Es crucial para los consumidores y profesionales de la salud estar informados sobre estas evaluaciones y tomar decisiones basadas en la evidencia disponible.