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La nueva normalidad en el sector automotriz

Por Enrique Cordero, Socio de Impuestos y Servicios Legales en Deloitte

Actualmente es común escuchar el término “nueva normalidad” cuando se habla tanto del regreso a las actividades productivas como de la reactivación económica. En realidad, esta nueva normalidad hace referencia al proceso de adaptación, en un entorno donde existen nuevas limitaciones, regulaciones y oportunidades.

Un aspecto que es muy importante destacar, para fines de este artículo, es que la situación actual ha servido como un catalizador y un acelerador de cambios en distintos sectores, como lo es en el caso del sector de manufactura de la industria automotriz.

La agilidad de las empresas para adaptarse al cambio es la clave para prosperar en un ambiente de disrupción. Aquellas organizaciones que, en su momento, previeron lo suficiente para digitalizar, automatizar y habilitar la posibilidad de almacenar información en sitios seguros de la nube, así como para poder operar, vía remota, la planeación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) y demás sistemas operativos -además de las actividades administrativas y de dirección, conocidas como back office-, han tenido la posibilidad de navegar con mayor éxito en este nuevo entorno.

Por el contrario, aquellas empresas que aún tienen sus procesos muy vinculados al trabajo con papel, con sistemas que sólo pueden ser operados en una sola ubicación física -por lo general, desde las oficinas de la empresa-, han presentado serios problemas para continuar operando con normalidad, por lo que estas organizaciones, en muchos de los casos, serían las que más tardarían en propiciar el camino hacia la recuperación de sus actividades.

En pocas semanas el panorama actual ha demostrado la importancia de contar con una plataforma digital ágil y robusta, la cual ha permitido a las empresas adaptarse de mejor forma a lo que llamamos una nueva normalidad, al menos en lo que a efectuar negocios se refiere.

En el sector automotriz, las empresas pertenecientes al bloque Tier 1, que es el grupo de compañías que son proveedoras directas de autopartes de las empresas armadoras de vehículos, han ido a la vanguardia en la implementación de plataformas digitales; no obstante, en lo que se refiere a las que conforman el bloque Tier 2, Tier 3 y empresas que pueden tener negocios combinados, aún se observan brechas importantes para la adopción de estas tecnologías, lo cual podría complicar su regreso a la nueva normalidad.

Frente a esta realidad, y luego de darse cuenta de que necesitan preparar a sus compañías para un futuro incierto, una buena parte de los líderes empresariales se encuentra en la búsqueda de herramientas que les permita incrementar la agilidad de adaptación de sus organizaciones y mejorar la percepción que tienen del mercado, en relación con las distintas funciones de negocio. Asimismo, se han percatado de que algunas de las tecnologías existentes, procesos operativos y sistemas de gestión, para la obtención de información, han llegado a su fin y que ya existen nuevas tecnologías y capacidades que ofrecen mejores, más rápidas y más baratas formas de hacer las cosas.

La situación actual aceleró la aplicación de estas nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, los líderes de negocios, por su parte, ahora tienen el reto de operar departamentos de manera virtual, reaccionando a plazos que constantemente cambian, así como a un nuevo ambiente regulatorio y de disrupciones en el mundo de los negocios.

Por lo anterior, será interesante plantearnos las siguientes preguntas: ¿qué tan preparada está nuestra organización?, ¿qué tan rápido se puede adaptar la empresa al nuevo entorno? Sin duda existen más preguntas y muchas más respuestas por encontrar, a las que habrá que estar atentos.

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