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La movilidad llegó para quedarse

En los últimos días ha causado gran revuelo la noticia de la entrada en funcionamiento de la empresa Mobike y su sistema público de bicicletas en la ciudad de Aguascalientes; algo no muy novedoso en grandes urbes donde la dinámica de movilidad es un tema de primer agenda; y en contraste, un gran paso hacia un avance como sociedad y en calidad de vida.

Lo anterior, es algo que celebro; no obstante,  trae también a consecuencia un gran debate del cual he escuchado con frecuencia lo siguiente: “No estamos preparados”, “Es un error poner bicicletas cuando no hay una cultura vial”, “Se está arriesgando la vida de muchas personas”, “El gobierno no puede coaccionar para que nos transportemos de alguna forma”, “Las ciclovías y los ciclistas solo son un estorbo”, “Yo no sé andar en bicicleta, por tanto no se necesita”, “Hacer una avenida de flujo continuo es mucho más necesario que las bicicletas”.

Todos estos y otros argumentos más, he escuchado cada que se trae al tema la movilidad activa en algún grupo social; sin embargo, me ha sido mucho más sorprendente que el hecho mismo, la reacción de las personas y sobre todo preocupante cuando esas personas algunas de ellas se supondría que en un futuro más próximo serán quienes estén más activos en algún cargo público o sean tomadores de decisiones.

No se le puede negar a Aguascalientes tener una mayor calidad de vida, aspirar a tener cada vez más y mejores servicios públicos y no catalogarlos como una utopía de países de primer mundo, ser una ciudad inteligente, sostenible, con mayor movilidad y por ende una mayor equidad en la sociedad y su forma de vida.

En otro orden de ideas, en lo personal tengo la visión de un Aguascalientes, en donde se pueda tener una movilidad multimodal. Es decir, sin problema alguno poderme detener en algún punto destinado al transporte público en “primero, segundo o tercer anillo”, y en el que por lo menos cada 10 minutos pueda hacer uso de un autobús limpio, sin emisiones ostensibles de la combustión del motor, mucho más amigable con el ambiente, con un operador atento y capacitado, donde pueda hacer mi trayecto a mi lugar de trabajo, o algún punto determinado de la ciudad con eficiencia.

Donde si me fuese más conveniente, descender de la unidad en un punto específico y hacer uso de una bicicleta para desplazarme de una vialidad primaria hacia una vialidad secundaria que me permita llegar con mayor precisión a mi lugar destino. Con ello, evitando saturar las vialidades, disminuyendo mi estrés cotidiano de los embotellamientos vehiculares, teniendo más tiempo para leer o planear mi día, además de evitar en menor proporción una vida sedentaria al hacer más actividad física como lo que es caminar o pedalear.

Lo antepuesto, por añadidura traería consigo desarrollo económico al hacer vialidades más amigables para el comercio, para la recreación y la convivencia social, sin que por ello ésto tenga que ser exclusivamente de algún país europeo, así también se pudieran diseñar opciones incluyentes para personas con alguna discapacidad y sobre todo darle más prioridad al peatón que al vehículo.

Me gustaría extenderme mucho más para seguir desarrollando ésta tesis, del porqué la movilidad llegó para quedarse en Aguascalientes, empero, seré breve; concluyendo e invitando a todos aquellos que se hayan dado el tiempo de leer éstas líneas a informarse, e involucrarse más en estos temas, para estar más abiertos a nuevas propuestas de movilidad y contribuir en una exitosa implementación. Es un tema inaplazable el tener un mejor sistema público de transporte multimodal, privilegiar alternativas de movilidad como la bicicleta, promover una ciudad compacta, inteligente, con mejores vialidades de una forma sustentable. Lo cual, será de gran trascendencia para los siguientes años.

Aguascalientes, se encuentra en el momento exacto para implementarlo por su aspectos demográficos, gubernamentales, sociales y económicos.

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