Norma Aurora Cruz lleva 30 años apoyando a los directivos de las empresas en todo lo relacionado a la gestión del talento, principalmente para lograr la disminución del ausentismo y la rotación del personal, así como el aumento de la productividad y el fortalecimiento del engagement.
Ha trabajado en compañías locales, nacionales y trasnacionales, de distintos sectores (servicios, automotor, electrónica, etcétera). Ha recibido capacitación en EUA, Canadá y Portugal. Su actividad profesional está enfocada en la inteligencia emocional, el desarrollo humano y el coaching personal.
“Lo que me apasiona es transformar una organización, ver cómo un sistema tradicional se convierte en un sistema que funciona con personas a las que se les reconoce y se divierten en su trabajo”.
Uno de los retos a los que se enfrenta diariamente es al de transformar las culturas organizacionales.
“Las empresas siempre cambian y más ahorita con los millennials. Es una pena que se siga operando de la misma manera que hace 20 o 30 años. Hasta tres generaciones conviven en un mismo negocio y todos tienen que adaptarse”.
Norma practica yoga tres veces a la semana y también le gusta mucho salir a caminar. Otro de sus pasatiempos es la meditación.
“Mi hábito es la inteligencia emocional, estar en el aquí y en el ahora, porque el pasado me genera frustración y el futuro, ansiedad”.
Lo primero que hace al despertar es recordar quién es y de dónde viene. Le gusta leer sobre la inteligencia emocional, la neurociencia y la física cuántica.
“Hay otras cosas muy interesantes como la intuición o la conexión espíritu al que tenemos”.
Su libro favorito es Dejar ir de David Hawkins, de quien tomó el mejor consejo que ha recibido:
“Cambiar la forma de ver las cosas para que estas cambien y se transforme la realidad”.
Cinco hábitos que la hacen ser ella:
– Ser proactiva, cuando todos piensan no, yo pienso en cómo lograr un sí
– Liderazgo
– Trabajar en equipo
– Honestidad
– Congruencia
“Durante muchos años pensé en seguir modelos; pero mi intuición me decía que no era por ahí. Hasta que me escuché, comencé a ser en realidad yo misma”.