«Es mucho más fácil conservar la integridad que recuperarla.»
Thomas Paine
En las ventas, la integridad es símbolo de rectitud, honradez, probidad, equidad. Un vendedor íntegro es honesto, intachable, recto, justo y cabal con sus clientes; todo esto se vuelve parte fundamental de su imagen.
La ética profesional guarda una relación estrecha y directa con la integridad en las ventas. De hecho, un secreto para que los vendedores se conviertan en consultores de innovación o desarrolladores de negocios es este: crear la confianza necesaria para tener clientes cautivos.
Por esta razón, un cliente cautivo es, sin duda, un cliente rentable.
Si quiere asegurarse que la corrupción y el fraude se evitan en la empresa, es necesario que la reflexión ética sea parte de la operación, y no una actividad que interrumpa las tareas cotidianas.
Normalmente, esta reflexión se manifiesta en los valores corporativos u organizacionales de la empresa o en los códigos de ética, y ayuda a:
- Resolver dilemas y controversias
- Autorregularse
- Tomar decisiones justas
- Tener autonomía moral
Si bien es cierto que los valores éticos no están sujetos a las mismas leyes de la demostración o deducción lógica; estos no se demuestran, sino que se muestran a la sensibilidad de los clientes.
Un vendedor, una empresa, una sociedad valen lo que sus valores. Es por ello que la ética empresarial debe contribuir también a la construcción de la ética propia del vendedor. Para lograrlo, se recomienda al negocio:
- Estar estructurado sobre principios y valores compartidos
- Tener como base una comunicación directa y transparente
- Complementarse con la ética ciudadana o de su entorno
- Respetar la dignidad humana
En pocas palabras, el éxito de la compañía no será completo si no se está alineado o se es congruente en el ser, hacer y decir, en una línea consecuente de valores y prácticas propias que apuntalen la consistencia de la reputación como profesionales comerciales y organización.
La imagen del vendedor vale tanto como una marca comercial, la cual muchas veces se convierte en un activo intangible más valioso que la propia infraestructura.
Te recomiendo trabajar en tu imagen como vendedor, construir una predictibilidad positiva con tus clientes y siempre sorprenderlos.
Recuerda que la solvencia moral y rectitud se ofrecen ya no como valores agregados al servicio, sino como un requisito para tener clientes fieles y rentables.
Como siempre, agradezco mucho sus comentarios y sugerencias.
jej@escaleragbs.com