Gracias al cobro de impuestos, un estado puede realizar diferentes obras y tomar decisiones. En México, la recaudación es del 11.7% del Producto Interno Bruto (PIB), según indica la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
No obstante, 54% de la población económicamente activa en México no paga impuestos, mientras que, en países primermundistas, la mayoría contribuye. Por ejemplo, Dinamarca recauda el 50.9% de su PIB (cuatro veces más que México).
Más allá de pagar impuestos y evitar caer en incumplimiento de obligaciones fiscales, estar registrado ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se considera en sí misma una actividad normativa, formal y comprobable; por lo que estar bien con “Lolita” es de suma importancia. En cambio, al incumplir con las obligaciones fiscales, las personas morales o físicas experimentan “Dolores”, –según el jingle de 1978, interpretado por Eduardo Manzano en la campaña de, entonces, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)–.
¿Cuáles son las reformas fiscales a tener en cuenta en 2022?
Con las reformas aprobadas, cambió en gran parte la manera en que pequeños y medianos contribuyentes tributaban. Afortunadamente, su entrada en vigor los beneficia, al hacer la efectuación de declaraciones más sencilla.
Una de las reformas más comentadas ha sido la obligación de inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) para todas las personas mayores de 18 años. Con esta modificación, al cumplir la mayoría de edad, todas las personas deberán registrarse ante el SAT, sin importar si perciben o no ingresos.
Los registrados no adquirirán responsabilidades fiscales en tanto no realicen actividad económica; además, su incumplimiento no genera sanción. En ese sentido, la inscripción es una herramienta para efectos de control y estadística de gobierno.
Otra reforma a destacar es la desaparición del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF); pero aquellos contribuyentes que se hayan registrado antes del 31 de agosto del 2021 como RIF podrán seguir tributando en él, hasta cumplir los diez años permitidos. La inscripción a este régimen terminará si el contribuyente lo solicita o supera los ingresos permitidos para adherirse a él. Para permanecer en el RIF, se debe presentar una notificación ante la autoridad fiscal.
Con la desaparición del RIF, las autoridades tributarias crearon un esquema para sustituirlo: el Régimen Simplificado de Confianza (RSC) —que busca reducir la carga administrativa, simplificar procesos y reducir costos—.
A diferencia del RIF, en el que se calculaba el pago correspondiente al Impuesto Sobre la Renta (ISR) acorde a los ingresos declarados, el RSC busca determinar el ISR de acuerdo con los ingresos obtenidos, lo cual será dictaminado por un algoritmo basado en los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI). Pese a esto, se deberá continuar declarando el Impuesto al Valor Agregado (IVA), además de realizarse la declaración anual.
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Pueden optar por el RSC las personas físicas, siempre que la totalidad de sus ingresos no exceda los tres millones 500 mil pesos. Teniendo en cuenta la previa controversia y duda sobre el pago de IVA para personas físicas, la miscelánea aclara que el IVA de los gastos deducibles sí es acreditable.
Para las personas morales cuyos ingresos no excedan 35 millones de pesos, este régimen es obligatorio. No es aplicable para uniones de crédito, financieras, cajas de ahorro e inversión.
“¿El RSC es una buena alternativa? Depende de cada caso y del tiempo de pertenencia al anterior régimen. Habrá empresarios que mientras más años tengan inscritos en el RIF, les convenga permanecer en él”, compartió el contador Raúl Chávez, presidente del Colegio de Contadores de Aguascalientes.
Además de la regulación de cancelación de los CFDI, se añadieron algunos datos que se deberán incluir en estos:
- Nombre
- RFC
- Código Postal
- Régimen fiscal del receptor de la factura
Otra modificación que llamó la atención es la obligación de las instituciones financieras a reportar mensualmente los depósitos en efectivo mayores de quince mil pesos. Dicho monitoreo no tiene como fin cobrar impuestos; no obstante, en caso de discrepancias entre ingresos y gastos, el fisco está facultado para realizar el cobro correspondiente.
Por su parte, la Carta Porte —aplicable a transportistas— es un documento fiscal general, que funciona como CFDI, el cual ampara el traslado de mercancías y productos en territorio nacional.
“Es un documento complicado, considerando los requisitos que conlleva […] El SAT se enfrenta a que el 28% de los mexicanos no tiene acceso a internet, según cifras del INEGI, aunado a la falta de conocimiento sobre las cuestiones computacionales necesarias. Resulta complejo principalmente para el sector agroempresarial. Para mí, surge la siguiente interrogante: ¿existe la capacidad de infraestructura de internet y educación para llevar a cabo esta disposición?”, añadió el contador.
Sin embargo, Raúl Chávez explicó que, a pesar de su dificultad, la Carta Porte busca erradicar el contrabando, lo que, en caso de simplificarse, hace del documento una muy buena implementación.
“Las reformas fiscales aprobadas hacen del 2022 un año recaudatorio, lleno de retos, cambios y crecientes áreas de oportunidad en materia fiscal”, finalizó el contador.