La rotación de cultivos para mantener la fertilidad del suelo y el uso de energía renovable en sus procesos productivos forman parte de las medidas que ha implementado la empresa hidrocálida, La Huerta, para afrontar los desafíos del cambio climático en la agroindustria.
La Huerta es una empresa 100% mexicana, originaria de Aguascalientes, especializada en la producción de alimentos congelados como frutas y verduras desde hace más de 60 años.
Estefanía Díaz Bueno, vocera de la empresa, aborda las medidas que han implementado para reducir el impacto ambiental de la agroindustria frente un panorama, cada día, más desafiante.
Preservación de los recursos naturales
De acuerdo con Díaz, las preocupaciones ambientales de La Huerta se centran principalmente en la preservación de los recursos naturales. Así como en la reducción de la huella de carbono y el manejo responsable de los residuos.
Una de sus medidas principales ha sido la implementación del riego por goteo con agua de pozo. Esta acción, menciona Díaz, ha permitido una reducción significativa en el consumo de agua, logrando una eficiencia del uso de hasta un 40%.
También evitan el uso de pesticidas químicos con la intención de mejorar la salud del suelo y generar productos más saludables para los consumidores.
“Este enfoque sostenible en el campo es solo el inicio; continuamos con procesos igualmente responsables en el congelado de nuestros productos, garantizando que los consumidores reciban alimentos de alta calidad con el menor impacto ambiental posible”, declaró.
A estas medidas, se suma el control biológico de plagas, la rotación de cultivos para mantener la fertilidad del suelo y el uso de energía renovable en nuestros procesos productivos.
Ello, aunado a la reforestación en las áreas circundantes y el uso de sistemas de congelación que representan menor consumo energético.
Tecnología e innovación como herramienta en la Huerta
Dentro de las acciones que ha implementado La Huerta, también está el uso de la tecnología de precisión industrial para optimizar el uso de insumos y evitar desperdicios.
Diaz anticipó que invierten en la investigación de empaques biodegradables en sus productos, para reducir así el impacto ambiental de los envases.
“Trabajamos en la implementación de sistemas de captura de carbono en nuestras instalaciones”, añadió.
No obstante, Díaz agregó que también buscan permear en los consumidores un mensaje de protección al medio ambiente. Para ello, señaló que han implementado campañas de concienciación sobre el consumo responsable y la reducción de desperdicios alimentarios. Seguido de programas de educación y talleres para los clientes y consumidores.
La aplicación de tecnologías pretende ser una medida, a futuro, de la empresa. Díaz comentó que planean expandir el uso de energías renovables. Así como mejorar la eficiencia en el uso de recursos hídricos y explorar nuevas tecnologías agrícolas.
“Planeamos fortalecer nuestras alianzas con proveedores para garantizar que toda la cadena de suministro cumpla con altos estándares de sostenibilidad. A nivel interno, continuaremos capacitando a nuestro personal en prácticas sostenibles y buscando nuevas formas de reducir, reutilizar y reciclar materiales en nuestras operaciones diarias”, añadió.
Sostenibilidad como pilar en las operaciones de La Huerta
Debido a que la agroindustria tiene un importante desafío frente al cambio climático, Díaz sugiere y recomienda a los negocios de la industria que integren la sostenibilidad como un pilar central de sus operaciones.
Pues, es crucial invertir en investigación y desarrollo para adoptar prácticas agrícolas y de producción que preserven el medio ambiente. Ello, seguido de una cultura de transparencia y colaboración.
“Innovar en tecnologías de producción, como lo hemos hecho en La Huerta, puede ser una gran herramienta para avanzar hacia un futuro más sostenible en la industria alimentaria”, puntualizó.