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La función “Luis Armando” en la ecuación de la política local

La semana anterior se sumó una nueva función a la enredada política local rumbo a la sucesión de la alcaldía en el 2021. A través de un mensaje vía whatsapp, el ex gobernador y ex alcalde, Luis Armando Reynoso Femat volvió a las andadas pidiendo apoyo a sus amigos para postularse como candidato a alcalde de la capital.

Afecto a los “globos de prueba” Reynoso Femat se lanza nuevamente al ruedo sin, probablemente, tener bien calculados las consecuencias de sus dichos.

En primera instancia, seguramente el anuncio no cayó muy bien en el municipio capital, donde dos peones de Reynoso, Carolina Rincón y José Luis de Lira, ya llevan bien avanzado el camino hacia la confrontación del diputado Enrique García López contra Leonardo Montañez, candidato de un grupo antagónico al de Reynoso Femat, que encabeza Rubén Camarillo.

Se sabe que quienes asesoran en la operación política al diputado con aspiraciones de alcalde son De Lira y Rincón, quienes obviamente no toman decisiones sin consensarlas con Reynoso Femat, de ahí lo extraño del mensaje de Reynoso.

El ex gobernador no adelantó por qué siglas le gustaría competir, pero a veces es bueno repasar la historia para entender por dónde se pueden mover las fichas en el futuro.

Si Luis Armando piensa competir por el PAN, tendría que alinear a su favor a los grupos que hoy creen tener en su bolsillo la presidencia municipal y, por supuesto, la gubernatura en 2022.

Alinear a Tere Jiménez, Rubén Camarillo, Fernando Herrera, Arturo González, más la banda “Timbiriche” (el grupo de cuarentones panistas que piden ahora manejar los controles del blanquiazul local y que encabeza Silvia Garfias) no parece sencillo.

Sería difícil pues, que Reynoso lograra aglutinar en torno a él a todos estos liderazgos.

Si Luis Armando Reynoso pretende o ya inició una “intifada” en MORENA, tendrá que confrontarse con tribus menos organizadas pero más agresivas que en el PAN, además de pactar directamente con Ricardo Monreal, socio en andanzas políticas de Carlos Lozano, ex gobernador con el que Reynoso tiene cuentas pendientes.

Algunos ex colaboradores de Reynoso Femat durante su sexenio, aseguraron que en la elección de 2006, cuando se disputaron la presidencia de la República Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, el panista apoyó al entonces perredista en sus aspiraciones. El mensaje hacia la burocracia de primer nivel fue claro: apoyar a López Obrador para impedir con los pocos votos que da Aguascalientes la llegada de Calderón.

Tal vez Reynoso cree que el presidente le debe algo.

En la entrega anterior documentamos que según el encuestador Roy Campos, hay, al menos, 20 aspirantes a la candidatura por la capital del estado. Ahora, hay que agregar a un jugador más, que sabe moverse en la arena política aunque parece tener menos fuerza  que en 2006 en todos sentidos.

Reynoso Femat sigue lanzando “globos de prueba” para ver hasta dónde le alcanza y a qué altura lo ponchan para mientras sube tener una mejor posición para negociar. A Luis Armando le gusta apostar y siempre lo ha hecho en varias mesas al mismo tiempo, esto lo deben recordar muy bien Arturo González, Armando López Campa y Gabriel Arellano.

Hasta hoy, a los aspirantes parece olvidárseles que antes que ir a tocar base al obispado, deben estudiar todos los factores de poder que juegan en esta elección, sin descuidar ni ofender a ninguno.

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