Por Antonio Martín del Campo. Chairman 02X México y Venture Studio
“Tener la perspectiva correcta marca la diferencia entre el éxito de un emprendimiento y su potencial fracaso.” Anónimo
Según un estudio reciente, 92% de los emprendedores que han logrado pasar de startups a pequeñas y medianas empresas reconocen que fueron grandemente influenciados por uno o varios guías durante su crecimiento. Y es que, según este estudio, cuando preguntaron a los dueños de negocios consumados cómo lograron el éxito, muchos aseguraron que tuvieron uno o varios mentores que les ayudaron a guiarlos durante su viaje de negocios.
Bill Gates considera a Warren Buffet un mentor; Steve Jobs tuvo a John Sculley, y podemos seguir estudiando los casos de varios iconos empresariales que tuvieron siempre delante de ellos una estrella del norte que los guió durante los tiempos difíciles.
Y es que un buen mentor ayuda a encontrar esa perspectiva externa tan valiosa en la empresa porque entiende el valor que ésta tiene. El punto de vista de otras personas puede ser absolutamente crítico para nuestro éxito en casi todas las áreas de la vida y más en los negocios.
El intercambio de experiencias empresariales es un beneficio muy reconocido dentro de la innovación y la consolidación de este tipo de proyectos. Los mentores, sin duda, catapultan a los emprendedores a madurar y desarrollarse en su camino, impartiendo consejos específicos durante el crecimiento, mediante “lecciones aprendidas” y consejos sobre la realidad a la que se enfrentarán los fundadores en cada etapa de la empresa. Generalmente, son la diferencia entre pasar de etapa o terminar el juego. Y es que en la mayoría de los casos esos caminos fueron recorridos previamente por ellos
Por otra parte, los mentores también tienen la oportunidad de aprender de sus emprendedores al compartir diferentes perspectivas e ideas. Es un círculo virtuoso que se genera gracias a la colaboración. Esta palabra tan utilizada en todos los foros de negocio revitaliza a las organizaciones al involucrar en las decisiones a la organización en su conjunto pero, como siempre, el cambio debe comenzar con una transformación en el enfoque y la perspectiva de cómo se ve el negocio, y ahí la relación entre mentor y emprendedor, sin lugar a dudas, marca la diferencia.